Ahora que se está celebrando en París la “Cumbre del Clima” y se habla sobre el calentamiento global y el cambio climático y sus posibles soluciones, aunque mucho me temo que sea tarde y que solo saldrán buenos propósitos que se olvidarán pronto y que seguiremos matando poco a poco pero inexorablemente nuestro planeta y la vida sobre él; pienso decía que, el cambio climático al que nos vemos abocados, es la consecuencia inevitable de nuestro modo de vida desde la “Revolución Industrial”, de haber vertido durante muchos años, ingentes cantidades de materiales tóxicos a la atmósfera, a los océanos, a los ríos, de haber deforestado nuestros bosques con ambición desmedida… solo por la insensatez y egoísmo de individuos sin escrúpulos, porque a lo largo de los años siempre han primado más las cuestiones económicas que las medioambientales sin importar el tremendo daño que se le estaba haciendo a nuestro planeta y por ende a todas las personas (en una suerte de autodestrucción), a todos los animales terrestres y marinos, a todas las aves y en fin a todo lo que se mueva y respire sobre La Tierra.
Cuando me paro a pensar en todo eso, me reafirmo cada vez más en que el ser humano es tremendamente nocivo para las demás especies de este planeta en que vivimos, es nocivo incluso para sus propios congéneres, y nocivo también para el medio en el que vive, para el aire que respira, para la tierra que pisa, para cualquier cosa que toque. Porque somos nocivos en nuestra propia esencia y por donde quiera que vayamos no dejamos “títere con cabeza”.
De todo esto que digo, la historia reciente puede dar fe, solo hay que repasarla un poco y constatar que lenta pero implacablemente estamos destruyendo nuestro querido planeta: quemando sus bosques, intoxicando sus aguas, envenenando su atmósfera, agotando sus reservas…
Para nuestra maravillosa Tierra fue un mal día aquel en que el ser humano puso sus pies sobre ella por primera vez. No sé cómo sucedió y qué motivo hubo para que sucediera. Si fue Dios quien nos puso aquí creo que cometió la mayor torpeza de la historia conocida. Porque, aunque somos infinitesimalmente pequeños comparados con la inmensidad del Universo, no dejamos de ser como un grano en el culo, molestos y dañinos hasta la paranoia.
Por nuestra propia inconsciencia, por nuestro propio egoísmo, por nuestra propia estúpida necedad, estamos acabando con esta preciosa “Canica Azul” como la bautizaran los astronautas del Apolo 17. Esta maravilla del Sistema Solar en donde un día, un aciago día, nos pusiera el azar; eso quiero creer, porque si fue una mano divina quien nos puso, creo sinceramente que no tenía ni la más remota idea de la clase de gentuza con la que estaba tratando.
8 comentarios:
Hace poco leí en un libro: "ahorrar dinero es gastar menos, consumir menos, fabricar menos, dañar menos la ecología. Ahorrar dinero es bueno para ecología".
Me gusto aquell pensamiento - podemos contribuir al planeta ahorrando el dinero en cada casa.
De camino que se joden los bancos, no pedimos préstamos para nada.
A mi siempre me entristeció este tema, todos somos responsables, porque simplemente no queremos cambiar nuestras comodidades, desde el simple hecho de ir a cualquier lado en coche. Cuando veo los árboles centenarios del parque pienso en como ellos siguen ahí perennes y solo necesitan agua y luz solar y aguantan a pesar de las epocas de sequía pienso que nosotros también podíamos tener una vida más conservadora sin necesitar tanto como dice Rauf. Un beso Paco
A Рауф Халиулин: Es bueno ahorrar y solo consumir lo necesario. De cualquier manera la vorágine en la que estamos metidos, las sociedades capitalistas que hemos creado, nos incitan a consumir utilizando un arma devastadora y eficacísima: "La Publicidad". Pensada para moldear a la sociedad hacia una "Sociedad de Consumo" propia de un sistema capitalista. Hasta existe un anglicismo cada vez más arraigado en España para describir el consumo: "Shopping". ¿Quién no ha oído alguna vez la frase... "Esta tarde voy a hacer shopping con mis amigas", o lo que es lo mismo: "Esta tarde voy a ir de compras con mis amigas". Si es que nos acribillan por todos lados, con la publicidad y con expresiones que te tientan a consumir.
A nugara: Muchas veces he soñado que vivía en una casa en el campo, en la sierra, alejado de todo lo que huela a modernidad. Con mis gallinas, mis conejos, mis marranillos, mi huerto, mis árboles... en fin, rodeado de todo aquello que me permita cubrir mis necesidades básicas tanto físicas como emocionales. Pienso que antes se vivía un poco así, porque en mi misma casa recuerdo que había gallinas, conejos y siempre criábamos un cerdo para hacer matanza. También teníamos un huerto en donde mi padre criaba tomates, pimientos, cebollas, etc. Entonces no necesitábamos tanto como ahora y me da la impresión que éramos hasta más felices. Bienvenida de nuevo a Yumys Galaxy. Un abrazo fuerte querida Nuria.
Seguramente saben utilizar mejor nuestras debilidades, pero esto no quita la importancia de saber inculcar a nuestros hijos vivir feliz con lo que tenemos.
Con mis hijos me resulta difícil! Con mi mujer más difícil todavía, y conmigo mismo - es imposible!
Jajaja. Buena reflexión Rauf. Confieso que a mí me pasa algo similar. Jajaja.
¿Pero has visto algo más estúpido que el ser humano? Es como si quemáramos nuestra propia casa con nosotros dentro. La verdad es que no tenemos remedio. Ver para creer.
Completamente de acuerdo contigo. El ser humano en general rezuma un halo de estupidez difícilmente comparable con ningún otro animal sobre La Tierra. Gracias por comentar. Saludos.
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