En
general, una de las primeras medidas de los nuevos alcaldes y concejales de los
ayuntamientos españoles, constituidos tras las pasadas elecciones municipales
del 26 de mayo, ha sido subirse el sueldo, en algunos casos más de un 40 por
ciento. Lo hacen de forma tan prematura, por la sencilla razón de que confían en
que a la gente se le olvide su desfachatez a lo largo de la legislatura y estas
medidas tan impopulares, no les pasen factura en próximas elecciones.
Estos
sueldos de nuestros “queridos” alcaldes y concejales, están muy por encima del
sueldo medio en España y no digamos del sueldo más habitual de los trabajadores.
No es mi intención marearos con cifras y datos, estos podéis consultarlos en
Internet fácilmente. De cualquier manera en la imagen de arriba tenéis los
límites salariales máximos que pueden percibir los alcaldes y concejales de
nuestro país. Y podéis creerme si os digo que los sueldos reales de nuestros
políticos municipales se acercan muy mucho a esos límites, y ahora, con estas
subidas, mucho más.
En
fin, con la que ha caído y está cayendo en España a nivel salarial, en que
muchas familias todavía no pueden siquiera llegar a fin de mes, llegan nuestros
“queridos” políticos/as municipales y se suben (y de qué manera) sus salarios
(ya de por sí bastante generosos) sin ningún tipo de complejo ni rubor.
Me
parece una medida a todas luces inmoral y vergonzosa.
Esta
gente está totalmente alejada de la realidad social que hay en nuestro país y
campan con su hipocresía con total desfachatez. No hay que ser un lince para
saber que la gran mayoría de los políticos entran en política para arreglar sus
vidas, no las de los demás. Creo que esto resulta prácticamente axiomático. La
verdad es que la política es un negocio de lo más ventajoso.
Solo
se me ocurren dos palabras para definir estas actitudes:
¡Repugnante
y vomitivo!
Pero
seguiremos votándoles.
Marco
Atilio