Como sabéis, la Tierra, como todos los
planetas del Sistema Solar, gira alrededor del Sol describiendo una órbita
elíptica. Por tanto, la distancia que
hay entre La Tierra y nuestra estrella no siempre es la misma y varía
dependiendo del lugar de la órbita en que se encuentre nuestro planeta.
También lo hace la velocidad a la que se mueve alrededor del Sol, siendo esta mayor cuanto más cerca esté de la estrella para ir decreciendo paulatinamente a medida que La Tierra se aleja de ella, de acuerdo con la segunda ley de Kepler: «La línea que conecta al Sol con un planeta recorre áreas iguales en tiempos iguales», es decir, cuanto más cerca esté un planeta del Sol, mayor será su velocidad.
Hay que aclarar que el perihelio y el afelio tienen lugar unas dos semanas después del solsticio de invierno y del solsticio de verano respectivamente.
La Tierra gira alrededor del Sol en una órbita elíptica de 93 millones de kilómetros a una velocidad media de 107.280 kilómetros por hora. Tarda en recorrer esa distancia 365 días y poco menos de 6 horas, es por eso que cada cuatro años hay uno bisiesto.
¿Y por qué estando la Tierra en su punto más alejado del Sol, es verano y hace un calor de narices, cuando se supone que debería ser al revés, debería ser invierno ahora y hacer frío? La respuesta es que la diferencia de kilómetros entre el afelio o punto más lejano al Sol y el perihelio o punto más cercano a nuestra estrella apenas representa el tres por ciento de la distancia media, por lo que es un dato bastante insignificante. El motivo principal es el eje imaginario sobre el cual gira nuestro planeta, que está inclinado unos 23,5 grados y el modo en que los rayos solares inciden en La Tierra debido a esa inclinación.
Cuando en el hemisferio norte es verano, el eje terrestre hace que sea esa mitad superior del globo la que esté más de cara al sol y, por consiguiente, que los rayos solares incidan sobre la Tierra de manera menos oblicua y sí más vertical. Es por esto que cuando en el hemisferio norte es verano en el hemisferio sur es invierno y viceversa.
Si el eje fuera perpendicular al ecuador, no existirían las estaciones y los días durarían exactamente lo mismo en todos los lugares de la Tierra.
Por cierto, debido a que nuestro planeta va más lento en esta época del año, necesita más tiempo para llegar al punto donde comienza la siguiente estación, que es el otoño y por ello, el verano en el hemisferio norte es la estación más larga con algo más de 93 días de duración.