San Vital y Santa Valeria de Milán con
sus hijos San Gervasio y San Protasio
PREÁMBULO
Vaya
por delante que cada cual puede celebrar su santo el día que le parezca, aunque
no coincida con ningún santo representativo de su nombre e incluso no
celebrarlo en absoluto como ya hace bastante gente, sobre todo los jóvenes. En
cualquier caso, me atrevería a decir que la gran mayoría de las personas en
España celebran su santo. Dicho lo cual, vamos al meollo del asunto que nos
ocupa:
Casi
todos los nombres de santos y santas que existen en el santoral, con pocas,
poquísimas excepciones, son nombres que comparten a su vez otros santos y
santas. Normalmente solemos celebrar nuestras
onomásticas en honor del santo/a más representativo/a históricamente, sin
embargo, hay personas que por las causas que fueren, tradición familiar, gustos
personales, lugar de nacimiento, etc. escogen el día de su onomástica en honor
a otro santo/a menos significativo
desde el punto de vista histórico o tradicional.
En
los siguientes ejemplos, de nombres muy
comunes en España, se puede constatar que son varios los santos que
comparten nombre. Por cierto, la
cantidad de santos y santas que comparten el mismo nombre es aproximada ya que según la fuente
que se consulte diferirá en su número, aunque no de manera significativa:
Hay
en el santoral 60 santos que llevan
por nombre José. Así pues, las
personas que llevan ese nombre pueden elegir entre 60 fechas diferentes para
celebrar su onomástica. No obstante, suelen elegir, de forma mayoritaria, el 19 de marzo en honor a San José, esposo
de la Virgen María.
Los
llamados Francisco pueden elegir 30
fechas distintas para celebrar el día de su santo, ya que son 30 los santos con este nombre que
existen en el santoral. Sin embargo, suelen hacerlo o bien el 4 de octubre en honor de San Francisco de Asís o bien el 2 de abril en conmemoración de San Francisco de Paula.
Los
llamados Antonio (33 en el santoral) suelen celebrar su
santo el 13 de junio en honor de San Antonio de Padua y menos
frecuentemente el 17 de enero en
conmemoración de San Antonio abad,
más comúnmente conocido como San Antón.
Los
que se llaman Juan tienen dónde
elegir pues hay 141 santos con ese nombre. Sin embargo, suelen
decantarse para celebrar su onomástica por el 24 de junio en conmemoración de San Juan Bautista y en menor medida por el 27 de diciembre, San Juan
Evangelista.
También
tienen dónde elegir los llamados Pedro
ya que existen 118 santos con ese nombre.
No obstante, suelen celebrar su onomástica el 29 de junio, fiesta de San
Pedro y San Pablo apóstoles de Jesús.
El
nombre David hay 13 santos que lo ostentan. Las personas
que llevan este nombre suelen celebrar su día, en su inmensa generalidad, el 29 de diciembre por San David, rey de Israel. Los que no lo
celebran el 29 de diciembre suelen hacerlo el 1 de marzo por San David de
Gales.
Las
llamadas Catalina (16 en el santoral) suelen celebrar su
santo el 29 de abril, Santa Catalina de Siena y también
suelen optar por el 25 de noviembre
en honor a Santa Catalina de Alejandría.
Hay
11 santas que llevan por nombre Isabel, las así llamadas suelen
festejar su onomástica, o bien el 5 de
noviembre en honor a Santa Isabel
(madre de San Juan Bautista), el 4
de julio por Santa Isabel de
Portugal o el 17 de noviembre en
conmemoración de Santa Isabel de Hungría.
Las
llamadas Ana pueden celebrarlo en 15
fechas distintas ya que existen en el santoral 15 santas cuyo nombre es Ana. Sin embargo, suelen hacerlo, por
mayoría abrumadora, el 26 de julio (San Joaquín y Santa Ana) en honor de Santa Ana, madre de la Virgen María.
Santas
con el nombre Teresa hay 15 en el santoral. Las personas así
llamadas suelen celebrar su santo el 15
de octubre en honor de Santa Teresa
de Jesús o el 1 de octubre
(menos frecuente) por Santa Teresa del
Niño Jesús y de la Santa Faz (Santa Teresita del Niño Jesús).
SANTAS LLAMADAS VALERIA
Santa Valeria de Milán
Ahora,
en honor a mi nieta, vamos al caso del nombre Valeria, de las santas que así se llaman y de por qué las personas con este nombre celebran su
onomástica, casi de forma unánime, el 28
de abril:
Según
la web «Santoral - Santos de cada día»,
hay cinco santas con el nombre de Valeria: Santa
Valeria, mártir (14 de marzo); Santa
Valeria de Milán, que la nombran como Santa Valeria, mártir (28 de abril); Santa Valeria, mártir (5 de junio); Santa Valeria, mártir (8 de octubre) y Santa Valeria de Limoges, a la cual se
refieren como Santa Valeria, virgen y mártir (9 de diciembre). En ninguna otra
fuente que haya consultado se dice que haya cinco santas con el nombre Valeria.
Sí que he encontrado extensa información sobre Santa Valeria de Milán y en menor medida de Santa Valeria de Limoges, y alguna alusión en el santoral del 5 de
junio sobre una Santa Valeria que
fue martirizada en Cesarea de Palestina
junto a Santa Zenaida, Santa Ciria y
Santa Marcia. Esta Santa Valeria (junto a sus compañeras mártires) está incluida en el Martirologio romano en
su edición de 1956, antes de la reforma del santoral surgida tras el Concilio Vaticano II. Pero nada hay escrito sobre las otras dos santas,
ni siquiera están incluidas en el Martirologio anterior a la reforma.
En
cualquier caso, de las ¿cinco? santas con nombre Valeria solo una permanece
inscrita en el Martirologio romano tras la reforma (las otras dos han
desaparecido). Se trata de Santa Valeria
de Milán y se la cita en el epígrafe
dedicado a su esposo San Vital o Vidal.
Veamos
ahora la información que se tiene de las santas
llamadas Valeria. Comencemos por las que, según la web «Santoral - Santos de cada día», homenajea
la Iglesia el 14 de marzo y el 8 de octubre, ambas denominadas Santa Valeria, mártir: Según mis
investigaciones, estas, muy posiblemente, se
refieran a las numerosas mártires enterradas en las catacumbas de Roma que
llevan el nombre de Valeria, aunque no son dos, sino muchas más, asesinadas por el Imperio Romano en el
siglo II, cuando surgieron los primeros cristianos. En cualquier caso, de estas dos supuestas Santa Valeria, aparte de que no están inscritas en ningún Martirologio, no he encontrado ni una
palabra que las mencione en ningún otro sitio.
Santa Valeria, mártir (5
de junio)
se refiere a una mujer que sufrió
martirio junto a Zenaida, Ciria y Marcia en Cesarea de Palestina. Dice de
ellas el Martirologio antes de ser reformado: «En Cesarea de Palestina, el suplicio de las santas Zenaida, Ciria,
Valeria, y Marcia; las cuales, por muchos tormentos, llegaron gozosas al
martirio».
Los
antiguos Sinasarios (Martirologios)
narran que Ciria, Valeria y Marcia se
convirtieron al cristianismo tras lo cual fueron bautizadas. Esta
aceptación de la fe cristiana cambió sus vidas que transcurrió a partir de
entonces en ayuno, oración y penitencia. Fueron denunciadas durante las
persecuciones a los cristianos y condenadas a muerte luego de ser torturadas.
La fecha de su muerte se desconoce. Por otra parte, nada se dice en los Sinasarios de Zenaida que solo es
recordada en el famoso calendario de
mármol de Nápoles.
En
cuanto a Santa Valeria de Limoges (9 de
diciembre), parece ser que fue hija del gobernador de Augustoritum (actual
ciudad de Limoges). Que vivió
alrededor del siglo III. Que fue
convertida al cristianismo y bautizada
por San Marcial, primer obispo de Limoges el cual se convirtió en su
protector.
Existe
una leyenda en torno a Santa Valeria
de Limoges inventada por el monje Adémar de Chabannes en el siglo XI con el propósito de apoyar la
existencia de San Marcial y que reveló en un consejo eclesiástico. «Dice
la leyenda que Valeria, por deseo de su padre, estaba prometida con un joven
pagano llamado Esteban pero que ella no lo quería. Cuando Esteban regresó de la
guerra Valeria le dijo que no se casaría con él porque amaba a otro Señor más
importante que él. Esteban no la dejó terminar, cogió su espada y le cortó la
cabeza sin saber que el Señor al que se refería Valeria era Cristo. Es entonces
cuando el cuerpo de Valeria se levantó, cogió su cabeza y caminó hasta el monte
Saint-Étienne, lugar donde San Marcial daba una misa. El novio, asombrado de lo
que veía, se arrodilló llorando a los pies del obispo, pidiéndole perdón,
cumplió una amarga penitencia, y finalmente recibió el bautismo».
En
realidad nada cierto se sabe de esta Santa. Tan solo que cerca de la tumba de San Marcial, había enterrada una tal Valeria.
Pero se desconoce quién era, si era
mártir, por qué estaba enterrada junto a San Marcial, si llegó a conocerle y
qué relación tenía con el obispo, ni siquiera se sabe si era santa. El
político francés Charles de Lasteyrie du
Saillant, descendiente directo del marqués
de La Fayette, apuntó la hipótesis de que Valeria fue una dama de una familia principal de Limoges y que
gracias a importantes donativos a la catedral obtuvo la distinción de ser enterrada junto a San Marcial.
Por
último tenemos a Santa Valeria de Milán,
esposa de San Vital o Vidal y madre
de San Gervasio y de San Protasio. De esta santa sí que hay abundante documentación. Está incluida tanto en el Martirologio Romano en su edición de 1956
(anterior a la reforma surgida del Concilio Vaticano II) donde se la nombra dos
veces. Una junto a su esposo San Vidal: «En
Ravena, el triunfo de san Vidal, Mártir, esposo de santa Valeria y padre de los
santos Gervasio y Protasio […]». Y otra en una reseña individual: «En Milán, santa Valeria, Mártir, mujer de
san Vidal y madre de los santos Gervasio y Protasio», como en la actual edición ya reformada de 2004,
aunque en esta última edición aparece en la reseña dedicada a su marido: «En Ravena, en la provincia de Flaminia, en
Italia, conmemoración de san Vital. En este día, según la tradición, fue
dedicada a Dios la celebérrima basílica de esa ciudad, en la que este santo es
venerado desde tiempo inmemorial junto a los santos mártires Valeria, Gervasio,
Protasio y Ursicino, por haber defendido tenazmente la fe».
Santa Valeria era de
origen milanés,
algunas fuentes históricas dicen que pertenecía
a una familia noble, y que fue bautizada siendo muy joven. Era esposa de San Vital y madre de los santos
Gervasio y Protasio.
Según
el relato más extendido, Vital era un
oficial romano que estaba a las órdenes del Juez Paulino a quien había acompañado de Milán a Ravena. Iniciada
la persecución y represión contra los cristianos fue apresado el médico San Ursicino y condenado a muerte. Ante
la perspectiva de una muerte violenta, a Ursicino le fallan las fuerzas y es
Vital, presente en la ejecución, quien le insufla valor. Ursicino finalmente es decapitado. Vital toma el cuerpo de Ursicino
y lo entierra con el debido decoro, es entonces cuando el propio Vital es arrestado y torturado para
hacerle abjurar de su fe cristiana. Al no conseguirlo, el juez Paulino manda
lanzarlo a una fosa profunda y cubrirla de tierra y piedras.
Su
esposa Valeria, tiene la intención de
desenterrar el cuerpo para llevarlo a Milán a darle cristiana sepultura,
pero los cristianos de Ravena la advierten del peligro que ello supondría
disuadiéndola finalmente de hacerlo. Valeria
entonces se marcha a Milán, pero en
el trayecto tiene un mal encuentro con un grupo de paganos. Estos la conminan a
adorar y hacer sacrificios al dios
Silvano. Ella se niega, ante lo cual la
golpean brutalmente. Una vez llegada a Milán, Santa Valeria moriría tres días después a causa de las graves
heridas causadas por la paliza.
En
Milán existió la iglesia (destruida
en 1786) dedicada solo a Santa Valeria.
Actualmente están la de San Vital y otra dedicada a Gervasio y Protasio, donde
reposan sus cuerpos.
Así
pues, resulta más que obvio que las llamadas Valeria celebren el día de su
onomástica, casi de forma unánime, el 28 de abril en honor de Santa Valeria de
Milán. La única Santa Valeria de la que hay registros históricos y de la que se
sabe que existió realmente.
El nombre Valeria viene del latín «Valerious», que a su vez proviene de la palabra «valere» cuyo significado es tener valor, ser fuerte.
En
la antigua Roma este nombre era
considerado distinguido y honorable. Estaba asociado con una de las más
relevantes y antiguas familias romanas: La «gens Valeria». Ninguna otra gens romana
destacó por tanto tiempo. Esta familia
de patricios desempeñaba funciones importantes tanto en la política como en
la sociedad romana. En consecuencia, Valeria no solo evoca la fuerza, sino
también una cierta dignidad y prestigio histórico.
Este
artículo ha tenido razón de ser
gracias a mi pequeña nieta Valeria
Fuentes consultadas:
Martirologio
Romano (ed. 1956)
Martirologio
Romano (ed. 2004 vigente en la actualidad)
Santoral
Completo (edición actualizada)
https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com/
http://parroquiadelardero.es/
http://www.parroquiasanmartin.com/
https://vuelvecristo.blogspot.com/
https://www.parroquiasantantoni.es/
https://oracionyliturgia.archimadrid.org/
https://www.santopedia.com/santoral
https://www.santoral.com.es/
https://encuentra.com/
https://elsantodeldia.wordpress.com/
https://preguntasantoral.blogia.com/
http://hagiopedia.blogspot.com/
https://es.wikipedia.org/
https://santoral.fandom.com/es/wiki/Santoral_Wiki
http://www.tradicioncatolica.com/
http://santosdedios.blogspot.com/
https://hablemosdereligion.com/
http://vidas-santas.blogspot.com
https://minenito.com/
https://laverdaderalibertad.wordpress.com/
https://virgendelosimposibles.blogspot.com/
https://www.religionenlibertad.com/
https://es.catholic.net/
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