INICIO

BIENVENIDOS A YUMYS GALAXY

jueves, 19 de marzo de 2020

El maldito coronavirus

Aquí, en el patio delantero de mi casa, fumando un cigarrillo. Son las 12 y media de la noche y España está en cuarentena por el maldito coronavirus.

Muchas veces he hecho esto antes y normalmente el silencio a esas horas es el que predominaba, pero de vez en cuando lo rompía el sonido del motor de un coche al pasar, o el murmullo de alguna conversación lejana. Pero hoy es algo diferente. Hoy el silencio es extraño, misterioso y muy profundo. Se puede oír… ¡el silencio! Es como si la vida hubiera dejado de fluir.

Mil pensamientos acuden a mí en tropel: Proyectos interrumpidos, ilusiones cortadas, esperanzas quebradas… de mucha gente, al menos por el momento. Pienso en mis compañeros y compañeras del hospital: médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, celadores, pinches, limpiadoras… Cada uno importantísimo en su labor. Maravillosos profesionales que se exponen cada día al maldito virus y que realizan una labor  (a veces no suficientemente valorada) fundamental para la sociedad. Ojalá estuviera yo junto a ellos y ellas, y juro por Dios que no es hipocresía.

En mis ya largos años de vida no creí que podría llegar a vivir un momento como este. Supongo que lo mismo les pasará a otras personas.

Cuando todo esto pase veremos el alcance que tiene el paso por nuestras vidas de un enemigo diminuto, que no podemos ver, pero que es poderosísimo. Ha sido capaz de (por el momento) doblegar el mundo entero.

Acabo mi cigarrillo, Morfeo me llama a voces, es hora de pensar en acostarse. En fin, un día más en la guerra del mundo contra el coronavirus.

martes, 10 de marzo de 2020

Ratas de laboratorio

Cada día estoy más convencido de que las personas somos simples «ratas» de laboratorio en manos de los grandes poderes económicos que manejan el mundo. Su objetivo es siempre el mismo: seguir acumulando beneficios y proteger a toda costa el statu quo que los mantiene arriba, aunque para ello deban experimentar sin piedad con la sociedad entera.

Inventarán las crisis que consideren necesarias y buscarán cualquier pretexto para recortar derechos sociales, rebajar salarios, reducir pensiones o privatizar lo que aún permanece público. Convertirán servicios esenciales como la sanidad o la educación en estructuras mediocres a base de recortes, para luego presentarnos la privatización como la única salida razonable.

El ingenio del poder es grande… y profundamente malévolo. Como ya dije en otra ocasión, el capitalismo es un adversario ciclópeo: un gigante al que solo podríamos derribar si actuáramos unidos. Somos muchos enanos, y precisamente en nuestro número reside nuestra fuerza.

Sin embargo, el tiempo me ha demostrado que, por muchos que seamos, el poder del dinero es tan descomunal que llevamos todas las de perder. Y, sinceramente, no veo ningún indicio que permita albergar esperanza.

Seguiremos siendo «ratas» de laboratorio. Continuarán experimentando con nosotros hasta que la humanidad desaparezca, ya sea por una catástrofe natural o por pura negligencia colectiva. Mientras tanto, nos tocará aguantar la próxima genial ocurrencia del sistema capitalista —ese sistema que solo entiende de poder y de dinero— destinada, una vez más, a hacernos la vida un poco más difícil. Pese a quien pese. Cueste lo que cueste. Y siempre a nosotros, los ciudadanos de a pie.

martes, 3 de marzo de 2020

Convivencia


Quien embarra la convivencia con sus indecentes actos, tiene que asumir el riesgo de ser excluido.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...