BIENVENIDOS A YUMYS GALAXY, EL RINCÓN DE F.J.M. (MARCO ATILIO).

jueves, 29 de noviembre de 2012

Angustia

Corazón de fuego 1

 

Yo no sé, cuántas veces solitario,

busco abrigo en la soledad perdida,

en tenebrosas sombras me abandono,

herido el corazón y el alma herida.

 

¡Qué enorme desaliento me delata!,

el espíritu triste, acongojado,

cual lanza que traspasa, que desgarra,

que lacera mi mundo atormentado.

 

Un nudo en la garganta me atosiga

y llora en mi interior no sé qué cosa,

me envuelven la apatía y la desgana,

cual la pesada carga de una losa.

 

Desconozco mi mal ni qué me ocurre,

luz y consuelo por caridad pido,

en mi angustioso mar estoy vagando,

en mi negro desierto estoy perdido.


…y es que uno no siempre se encuentra en su mejor momento.
 
Marco Atilio

sábado, 24 de noviembre de 2012

¡Basta Ya!

Basta ya de callarse

Tenemos la desgracia de vivir en un mundo de hipócritas en donde la doble moral es el pan nuestro de cada día. "Haz lo que yo te diga pero no hagas lo que yo haga". Es una máxima que mucha de la ralea de políticos y demás cuervos que campan por nuestra querida España cumple al pie de la letra. Estamos gobernados por gente sin la menor sensibilidad hacia el dolor de las personas. Estamos gobernados por políticos ineptos e inútiles que jamás nos sacarán de la crisis. Primero porque no saben hacerlo y segundo porque no quieren hacerlo. Y no quieren hacerlo porque están corrompidos por oscuros intereses y porque están al servicio de los poderes económicos que hoy por hoy gobiernan el mundo. Si no ponemos freno a sus tropelías con urgencia, dejarán una España esquilmada, con millones de personas sumidas en la indigencia y con muchos cadáveres en el camino. Si no les ponemos freno dejarán una España sin futuro y sin esperanza alguna. Hay que levantarse y decir basta tan fuerte como podamos para comenzar con urgencia a regenerar las mismas raíces de la Democracia.
 
Hay que levantarse y decir basta a los empresarios inhumanos y mezquinos (que los hay y muchos), que explotan a sus trabajadores con una saña propia de tiempos que es mejor olvidar y que creíamos ya pasados, que les pagan sueldos de verdadera miseria por una jornada de trabajo cercana a la esclavitud y que les atemorizan con el despido en cuanto atisban el menor síntoma de queja, llegando incluso a despedirlos en cuanto alguno de ellos tenga la desgracia de enfermar, hasta tal punto llega su vileza y tiranía. Solo les falta el látigo para erigirse en amos rememorando oscuros episodios de la historia de la humanidad. De cualquier manera, con esas conductas viles, infames y despreciables, degradan a las personas, las vilipendian y denigran y las hieren en lo más profundo de su ser despojándolas incluso de su dignidad. Si eso no se acerca a la esclavitud no sé de qué estamos hablando.
 
Desde este pequeño rincón de internet voy a gritar con todas las fuerzas de las que soy capaz: 
 
“¡Maldigo a todos los gobernantes que legislan a favor del poder económico y que con sus recortes en servicios esenciales y en derechos sociales, hunden en la desesperación y la miseria a millones y millones de personas que a lo único que aspiran es a un trabajo digno y a un salario que les permita vivir dignamente tal y como proclama La Declaración Universal de Derechos Humanos que en su artículo 23 párrafo 1 dice: “Toda persona tiene derecho al trabajo […] a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo…”. En el párrafo 3 sigue diciendo: “Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana…”!
 
¡Maldigo a los llamados “Mercados”; que no son otra cosa que gente con muchísimo dinero, dueños actuales del mundo, que consiguen pingües beneficios con operaciones especulativas en el mercado de deuda pública y cuya avaricia no tiene límites, ajenos totalmente al dolor y la desesperación de millones de personas víctimas finales de sus maquiavélicos negocios!
 
¡Maldigo a todo aquel empresario, grande, mediano o pequeño, que se enriquezca a base de explotar y aprovecharse del sudor y la sangre de sus trabajadores, que les pague sueldos de miseria a cambio de jornadas interminables y que les coaccione con el despido a poco que atisbe el menor síntoma de rebeldía a la sumisión total!

¡Maldigo a los medios de comunicación que se alejen de la imparcialidad, que utilicen información sesgada distorsionando la realidad para confundir, adoctrinar, dogmatizar y aborregar al pueblo. La imparcialidad de la información debería ser el leitmotiv de su labor alejada de cualquier injerencia política o partidista!
 
¡Maldigo a la señora Merkel, verdadera culpable de la política de recortes y de austeridad llevada a cabo en la eurozona y brazo ejecutor del gran capital, favorecedora de sus intereses en detrimento del bienestar de las clases más vulnerables de la sociedad europea y que ha conseguido poner de rodillas a todos y cada uno de los gobiernos de la Unión Económica y Monetaria en aras de un taimado fin: el de devolver la deuda y sus enormes intereses en un tiempo record a costa de precarizar las condiciones de vida de la población!
 
¡Y maldigo en fin a todos aquellos que aprovechando cualquier posición de poder, vilipendien, agravien, humillen, tiranicen, denigren, exploten o atenten contra la dignidad de las personas en una u otra forma no permitiéndoles la necesaria y justa estabilidad económica y no favoreciendo su integración social y su desarrollo emocional!
 
Marco Atilio








sábado, 17 de noviembre de 2012

Pensamientos críticos

s

No debería el gobierno hacer una lectura y una valoración errónea del seguimiento o no de la huelga general del 14 de noviembre y no debería porque el derecho a la huelga (lamentablemente) está lastrado por muchas causas, entre ellas las siguientes:
 
1.-La inmensa mayoría de los trabajadores que hay en España viven al día porque sus pírricos sueldos no les dan para vivir de otra manera y si hacen huelga sus debilitadas economías se resentirían gravemente. No olvidemos que por ejercer tu derecho a huelga tu sueldo se verá rebajado muy significativamente y hoy en día es algo que muchísimos trabajadores no pueden asumir.
 
2.-Una gran parte de los trabajadores de este país "disfrutan" de empleos precarios con sueldos de asco, estos trabajadores se ven coartados en su derecho a huelga por empresarios sin escrúpulos que los despedirían en cuanto acabaran sus contratos si optaran por ejercer ese derecho constitucional. El miedo a ser despedidos pesa mucho más que su deseo de secundar la huelga, aunque su indignación por las políticas tan lesivas para la gran mayoría de los españoles del gobierno neoliberal que padecemos se mantenga intacta.
 
3.-Hay muchos más parados ahora que en marzo (anterior huelga general), eso debe notarse a la hora de analizar las cifras del seguimiento de la huelga.
 
Hay que tener en cuenta también, y hay que decirlo bien alto, que los datos del seguimiento de la huelga se manipulan arbitrariamente por los grandes medios de comunicación de este país que son afines a la corriente neoliberal tan nociva para la clase trabajadora, ofreciendo una información a todas luces sesgada. Si no me creen pueden consultar esta página web.
 
Señores del PP, el descontento de la población española es muy mayoritario, incluso entre los votantes de su propio partido; creer otra cosa es no ver la realidad. De cualquier manera algo tendrán que temer cuando se niegan a celebrar una consulta para que el pueblo español pueda refrendar o no sus políticas de austeridad. Tengan ustedes en cuenta que están gobernando con un programa que en nada se parece al que presentaron a las elecciones generales de 2011, por tanto (y cualquiera lo entiende así) no están legitimados para gobernar y deberían convocar ese necesario y urgente referéndum. Tampoco deberían desoír el clamor popular en las manifestaciones que tuvieron lugar por toda España y que les conminan a cambiar su modo de hacer política, sobre todo económica.
 
s (2)

España necesita otra clase de pensamiento, otra clase de política. Una política que proteja mucho más a las personas en detrimento de los bancos y del gran capital. Resulta descorazonador saber que ahora mismo da igual votar al PP que al PSOE (los dos grandes partidos de este país), lo mismo da Rajoy que Rubalcaba. Ambos hacen políticas casi calcadas y su discurso variará según estén en el gobierno o en la oposición. Hay que encontrar un partido que haga una política diferente, que ofrezca credibilidad y honestidad y unos políticos que inspiren confianza a la población. La cosa está ciertamente difícil aunque quiero pensar que no imposible. Somos nosotros, con capacidad crítica, reuniendo la mayor información posible, sopesando y analizando toda esa información, no guiándonos por pensamientos preconcebidos, por ataduras ideológicas y dogmáticas que, en definitiva, son las posturas que definen los fanatismos, contemplando siempre la posibilidad de un cambio (para eso estamos en democracia) a la hora de elegir nuestros representantes políticos y huyendo de la sumisión, la fidelidad eterna y las actitudes borreguiles los que tenemos que encontrar ese partido y esos políticos que ofrezcan esperanza al desencantado pueblo español.
 
s (3)

Por otra parte, les diría a todos aquellos que pregonan que no hay alternativas a las políticas de ajuste llevadas por el gobierno del PP que se equivocan, que sí que hay alternativas, lo que ocurre es que no se quieren poner en práctica porque eso conllevaría hacer pagar a los que más tienen poniendo en práctica políticas económicas mucho más justas, redistributivas, proporcionales e igualitarias, persiguiendo el fraude fiscal y a los defraudadores, así como otra serie de medidas, todas muy viables y que grandes economistas vienen proclamando desde hace mucho tiempo (basta con informarse). Si no se ponen en práctica esas otras alternativas es porque nuestros gobernantes están cogidos de los huevos por la banca y el gran capital y hay que tener valor y redaños para ignorar esos inmensos poderes. Maldita sea la cobardía de Zapatero cuando gobernaba y ahora de Rajoy y sus acólitos y maldita sea su estampa.
 
Marco Atilio










domingo, 11 de noviembre de 2012

Flashback

Túnel del tiempo 1

Testimonio vigoroso del gran Miguel Hernández en una época oscura de España y que parece (al menos en parte) extrañamente presente. No añadiré ni una palabra más:
 
Viento del pueblo

VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN


Vientos del pueblo me llevan,

vientos del pueblo me arrastran,

me esparcen el corazón

y me aventan la garganta.

 

Los bueyes doblan la frente,

impotentemente mansa,

delante de los castigos:

los leones la levantan

y al mismo tiempo castigan

con su clamorosa zarpa.

 

No soy de un pueblo de bueyes,

que soy de un pueblo que embargan

yacimientos de leones,

desfiladeros de águilas

y cordilleras de toros

con el orgullo en el asta.

Nunca medraron los bueyes

en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo

sobre el cuello de esta raza?

¿Quién ha puesto al huracán

jamás ni yugos ni trabas,

ni quién al rayo detuvo

prisionero en una jaula?

 

Asturianos de braveza,

vascos de piedra blindada,

valencianos de alegría

y castellanos de alma,

labrados como la tierra

y airosos como las alas;

andaluces de relámpagos,

nacidos entre guitarras

y forjados en los yunques

torrenciales de las lágrimas;

extremeños de centeno,

gallegos de lluvia y calma,

catalanes de firmeza,

aragoneses de casta,

murcianos de dinamita

frutalmente propagada,

leoneses, navarros, dueños

del hambre, el sudor y el hacha,

reyes de la minería,

señores de la labranza,

hombres que entre las raíces,

como raíces gallardas,

vais de la vida a la muerte,

vais de la nada a la nada:

yugos os quieren poner

gentes de la hierba mala,

yugos que habéis de dejar

rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes

está despuntando el alba.

 

Los bueyes mueren vestidos

de humildad y olor de cuadra:

las águilas, los leones

y los toros de arrogancia,

y detrás de ellos, el cielo

ni se enturbia ni se acaba.

La agonía de los bueyes

tiene pequeña la cara,

la del animal varón

toda la creación agranda.

 

Si me muero, que me muera

con la cabeza muy alta.

Muerto y veinte veces muerto,

la boca contra la grama,

tendré apretados los dientes

y decidida la barba.

 

Cantando espero a la muerte,

que hay ruiseñores que cantan

encima de los fusiles

y en medio de las batallas.


lunes, 5 de noviembre de 2012

La muerte, ese gran arcano lleno de dolor

No quiero morir

Ahora que acaba de pasar el día de los difuntos, una fecha en donde se rinde homenaje a todos los que se fueron porque la muerte los arrebató de nuestro lado (algunos porque la senectud les llevó al final del camino y otros prematuramente, cuando todavía les quedaba mucha vida por vivir), no me resisto a publicar unos poemas que escribí hace tiempo relacionados con el tema de la muerte.
 
Un tema sin duda misterioso y que produce en nosotros cierto desasosiego. Nadie quiere morirse y, sin embargo, todos hemos de hacerlo algún día. Cuando todavía somos jóvenes la muerte no nos preocupa porque simplemente no pensamos en ella; a medida que nos hacemos viejos no podemos evitar que oscuros pensamientos relacionados con ese trance inevitable se cuelen en nuestra mente. Procuramos rechazarlos de inmediato pero a menudo vienen a nosotros y supongo que su asiduidad estará en proporción directa a la edad que tengamos.
 
Afortunadamente no he sufrido aún la pérdida de mis padres (aunque ya están muy viejitos), pero sí pude vivir la muerte de mi suegro y pude comprobar el dolor de mi queridísima Isabel y cómo la muerte de su padre le desgarró el alma. Con motivo de ese trágico suceso escribí este poema titulado “La Muerte”. Me inspiró el ver su cuerpo yacente en la “Losa” del mortuorio en una noche “fría” de hospital… Me inspiró su aterradora soledad cuando dejamos solo el cadáver a la espera de la funeraria… Me inspiró las preguntas que uno debe hacerse cuando todo ha concluido y no te das cuenta de tu nueva situación hasta que pasa un tiempo indeterminado, sobre todo los que como yo, creemos en que aquí no termina el viaje (en otra ocasión hablaré sobre este tema)… Me inspiró todas las dudas, las preguntas y las reflexiones que vienen a la mente cuando ocurren muertes en tu entorno más cercano… El poema en cuestión es el siguiente:
 
soledad-2
...a la memoria de Sebastián, padre de mi amada Isabel.

 

LA MUERTE


 ¿Por qué se han callado los niños...?

¿Por qué ya no cantan los pájaros...?

¿Dónde está el cálido rayo de sol

que calentaba mi cuerpo...?

 ¿Dónde están las flores del campo...?

Y mis verdes olivos...

¿dónde se encuentran...?

¿Por qué ya no los veo...?

 

Ya no hay lluvia...,

 ni viento...,

 ni calma...,

 ni sol...

 

¿Por qué ya no hay nada?

 ¿Y mi mujer y mis hijos...?

 ¿Dónde se fueron...?

 ¿Por qué ya no hay nadie...?

 ¿Por qué me han dejado tan solo...?

 ¿Por qué siento este frío tan intenso...?

 ¿Y por qué esta negra oscuridad

que lo inunda todo...?

 ¿Por qué no puedo moverme

y por qué siento tanto miedo...?

 

¡Y esta sensación de vacío

que envuelve todo mi ser...!

 

¡Dios..., maldito frío

que cala todos mis huesos!

 

¡Necesito tantas respuestas...!

 

Pero solo escucho silencio, 

solo el silencio.


El silencio... 

solo el silencio... 

el silencio... 

el silencio... 

el silencio.


El otro poema en relación a la muerte de mi suegro lo titulé “La tarde trajo la noche” y es el reflejo de la lucha contra la enfermedad, el triste desenlace y las emociones de su familia en aquellas terribles horas:
 
noche

LA TARDE TRAJO LA NOCHE


La tarde trajo la noche,

la noche más desgraciada,

Sebastián cerró los ojos,

la muerte se los cerraba.

 

Luchó fiero por la vida

aferrado a una esperanza,

la enfermedad y la muerte

le ganaron la batalla.

 

Su esposa llora en silencio,

sus hijos tienen el alma

traspasada por la flecha

del dolor y de las lágrimas.

 

Desnudos los corazones

en la noche solitaria,

sus familiares y amigos

elevan una plegaria.

 

¡Adiós mi querido esposo!

dice su esposa enlutada,

te llevas mi amor contigo,

mi corazón y mi alma.

 

De las miserias del mundo

Sebastián por fin descansa,

halló paz en el espíritu

en la noche desgarrada.


El tercer y último poema titulado “Cuando voy a un cementerio” lo escribí hace mucho tiempo, cuando comenzaba a recorrer mi etapa adolescente y germinaba en mí la afición por la poesía. Son las sensaciones, las interrogantes y las reflexiones que me provocaba la visita a un cementerio, es el siguiente:
 
OLYMPUS DIGITAL CAMERA

 

CUANDO VOY A UN CEMENTERIO

 

¡Qué extraña sensación,

extraña melancolía,

que extrañeza, que misterio,

me produce un cementerio!


Todos los que allí reposan

han vivido como yo,

cada uno fue una historia

del mundo en la memoria.


Allí yacen pobres, ricos

y todas las clases sociales,

los que odian, los que aman,

al final la misma cama.


Cuando voy a un cementerio

y camino entre las cruces,

me siento como atrapado

y de palabras colmado.


De palabras que me dicen:

"al final has de venir,

con nosotros a reunirte,

con nosotros a pudrirte".


En verdad que esas palabras

las oigo por todas partes,

y me llenan de extrañeza,

de misterio y de tristeza.


¡Qué mala cosa es la muerte

que mil lágrimas arranca,

que nos llena de hastío

y sensación de vacío!


Por eso y por muchas cosas,

cuando voy a un cementerio,

vuelvo triste y asqueado

y hasta un poco trastornado.


Que esta vida que vivimos

tan bonita de vivir,

no es, sino un segundo,

en el devenir del mundo.


“La muerte está tan segura de ganar que nos da toda una vida de ventaja”. (Francisco de Quevedo).









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