Dice, entre otras cosas, la canción “Dama, Dama” de Cecilia:
“…sería la novia en la boda. El niño en el bautizo. El muerto en el entierro
con tal de dejar su sello”. Y qué razón tenía porque…
Hay personas que “sufren” por los demás más que nadie, se “alegran” por los demás más que nadie, “quieren” a los demás más que nadie y necesitan que la gente se entere. Todo en su vida lo hacen de cara a la galería porque necesitan protagonismo, por eso manifiestan sus emociones solo cuando las demás personas pueden verlas, para que esas personas valoren su “sensibilidad” y “buen hacer”.
En realidad ni “sufren” por los demás más que nadie, ni se “alegran” por los demás más que nadie, ni “quieren” a los demás más que nadie, es todo fingido. La falsedad gobierna sus vidas y se sienten cómodas con este comportamiento. En definitiva, son hipocresía en estado puro.
¿Que si hay personas así? Las hay, podéis creerme, yo conozco unas cuantas.