Con nuestra humanidad, simpatía y agrado intentamos infundir en el enfermo (y también en sus familiares) confianza y seguridad. Ya lo dijo Sigmund Freud: “La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas”. En mi caso siempre he procurado llevar a la práctica ese principio.
Por eso, cuando me topo con algún familiar que pone en tela de juicio mi buen hacer, sin conocer como soy como profesional ni por supuesto como persona, me lleno de rabia y de tristeza y me pregunto por qué tiene que haber energúmenos de tan baja catadura moral que campan por el mundo avasallando todo lo que encuentran a su paso. Más aún cuando sienten que están en una posición de ventaja respecto a su víctima, en este caso los profesionales de la sanidad, ya que es difícil defenderse ante estos energúmenos, entre otras cosas porque no atienden a razones y esgrimen sus supuestos derechos humillando a cualquiera que ose rebatirlos.
De vez en cuando te topas con gente de esa calaña, gente que es capaz, en un momento dado, de pasar de la agresión verbal a la física sin que tú hayas hacho nada por merecer su desprecio. Si acaso tu culpa habrá sido la de ayudar a su familiar enfermo.
Este tipo de situaciones se repiten con relativa frecuencia en nuestro trabajo, he tenido la suerte de haberlas padecido en contadísimas ocasiones, tampoco he sufrido ninguna agresión física en los muchos años que llevo trabajando en la sanidad pública, pero me consta que hay compañeros míos que si la han sufrido. Una lástima en verdad.
2 comentarios:
De esa gente por desgracia nos encontramos muchos a lo largo de nuestra vida ya que no saben valorar el trabajo de otros, pero si es verdad que yo siempre defenderé el sector de la sanidad, por motivos varios, pero ay algunos que trabajan sin ganas y pagamos demás” justos por pecadores”
esta situacion se ha vivido en muchas ocasiones, ya que ay personas que no tienen verguenza con el personal sanitario y que solo miran por eyos mismos y no por las personas que ayudan al paciente para que todo salga bien en todo momento. tambien es verdad que ay ocasiones en que el paciente es el que sufre agresiones por parte del personal sanitario y en muchos casos se paga justo por pecadores. yo soy de las que respetan al personal sanitario pero tambien me gusta ser respetada por eyos.
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