Este es un post dedicado a dos personas en concreto, dos personas que por las razones que sean no pueden tener hijos. Nadie debe darse por aludido, yo sé quiénes son esas personas y ellas también lo saben. De cualquier manera es posible que mis opiniones sean compartidas por mucha gente y supongo que no lo serán en absoluto por otra mucha gente. Sea como fuere aquí tenéis mi visión de este asunto:
Es bien sabido que el traer un hijo al mundo conlleva una gran responsabilidad. El que los hijos crezcan felices y con garantías de éxito para enfrentarse a la vida depende casi totalmente de los padres y no nos engañemos, de su situación económica. Porque a los hijos hay que alimentarlos, hay que vestirlos, hay que proporcionarles un hogar adecuado…, y muchas, muchas más cosas que no hace falta que enumere porque vosotros ya os podéis imaginar pero que requieren de una razonable estabilidad económica por parte de los padres. Sinceramente, ahora mismo en España, con la crisis tan atroz que hay y con los sueldos tan bajos y la falta de empleo que padecen muchas personas, el tener hijos en esos casos es una total y grave irresponsabilidad. Y comprendo perfectamente que mucha gente no quiera o no se arriesgue a tenerlos.
Por otra parte tengo que decir que los hijos te pueden hacer la persona más feliz del mundo pero también la más desgraciada. Desde el mismo momento en que nacen, tu vida queda ligada a la de tus hijos para el resto de tu existencia, porque los hijos se quieren mucho, pero mucho, mucho, tanto que darías la vida por ellos sin dudarlo un solo instante. Es por eso que sus alegrías y triunfos serán tus alegrías y tus triunfos y sus penas y fracasos serán también los tuyos. Por el lado negativo sus problemas, sus enfermedades, sus desdichas, sus conflictos, sus miedos, su hipotética mala suerte, sus desamores… todo lo malo que les pase te pasará a ti como padre/madre en igual medida. También tendrás mucho menos dinero, pero mucho menos y mucha menos libertad, dos cosas a tener muy en cuenta. Parece una postura un tanto egoísta pero no debemos ser hipócritas, esta es la realidad.
Para colmo, ocurre a veces que a pesar de nuestros desvelos en la adecuada educación de los hijos, por causas ajenas a nuestra voluntad algo falla y cuando crecen se convierten en algo que no les hemos enseñado. Por diversas causas…, por el entorno, por las malas compañías o por no sé qué rayos, lo cierto es que la falta de juicio, la irresponsabilidad, la crueldad…, se apodera de ellos y por desgracia para nosotros se transforman en unos descerebrados, es entonces cuando tu hogar lo convertirán en el más grande de los infiernos y no habrá día en el que no te arrepientas de haberlos traído al mundo. Esto que digo no me lo estoy inventando, conozco bastantes familias en que por desgracia se han vivido situaciones de este tipo, de hecho se están viviendo todavía en varias de ellas; algunas muy conocidas por mí.
Todos nosotros, cuando vemos a un bebé, lo halagamos con expresiones del tipo de: “Qué guapo, qué hermoso, que precioso…” La verdad es que los bebés son algo muy agradable a la vista en casi todos los casos pero… Luego crecen, y no sé por qué pero cuando perdemos esa candorosa inocencia nos vamos convirtiendo (y sálvese quien pueda) en unos capullos integrales con el paso de los años. Supongo que es algo intrínseco al ser humano.
En fin, como ya he dicho antes, los hijos cuando se tienen se quieren con verdadera pasión pero si no los tienes no puedes tener ningún tipo de sentimiento porque como dice el refrán: "Ojos que no ven, corazón que no siente". Es por eso que debemos resignarnos a los designios de la naturaleza y acatar esos designios con la mejor de las disposiciones y si la providencia no tiene a bien darnos hijos pues qué le vamos a hacer. Y si por el contrario podemos tenerlos deberemos ser responsables y saber que no se debe traer al mundo una persona para que pase necesidades, deberíamos estar en condiciones de ofrecerle un soporte sólido para que crezca feliz, es lo menos que deberíamos exigirnos. Tampoco debemos olvidar que los hijos, en muchos casos, unen más a la pareja pero que en otros muchos también las separan.
Otra cosa, no penséis que por el hecho de tener hijos tenemos garantizado que estos nos cuidarán cuando lleguemos a viejos, esta es una de las razones que esgrimen los que están totalmente en contra de las parejas sin hijos, yo les diría que miren las residencias de ancianos a lo mejor cambian de opinión. Podéis mirar este artículo en el que hablo sobre el tema.
Hay parejas que aún pudiendo tener hijos deciden no tenerlos, una decisión tan respetable como cualquier otra. De hecho existen organizaciones que promueven el no tener hijos como Australian Childfree Party, ACFP en Australia, Kidding Aside en Gran Bretaña, No Kidding international en Canadá y The National Organization for Non-Parents en Estados Unidos esta última disuelta en 1982.
Por último he de decir que los dos hijos con los que Dios nos ha bendecido a mi mujer y a mí son personas educadas, honradas y honestas y, en general, me han proporcionado más alegrías que penas y que ahora que los conozco, sin dudarlo daría la vida por ellos. Pero porque ya los he conocido.
Marco Atilio
7 comentarios:
Como bien dices tener hijos conlleva mucha responsabilidad..y no todo el mundo está por la labor. Ves casos en los que trasladan esa responsabilidad en los abuelos y ellos a vivir que son dos días. Y con ello no me refiero a los sufridos padres que trabajan los dos para darle una vida mejor a su hijo.
Bonitas palabras y ciertas como la vida misma ,a las cuales , creo que no se le pueden agregar ninguna mas por que lo has dicho absolutamente todo,un saludo.
A Isabel Barrado: Es cierto Isabel, hay padres (y yo conozco algunos) que parece que los hijos les estorbaran y descargan toda su responsabilidad en los abuelos. Una postura a todas luces irreflexiva y negligente. Cuando se tienen hijos es con todas las consecuencias, los hijos necesitan de nuestros cuidados y de nuestra máxima atención, si no les podemos proporcionar eso es mejor no tenerlos. Otra cosa como bien dices son los padres que por las circunstancias tienen que dejar al cuidado de los abuelos a sus hijos durante determinadas horas del día, pero eso es otra cuestión como bien apuntas. Gracias por tu comentario. Saludos.
A FERNANDO: Muchas gracias Fernando por tu comentario. He intentado ser lo más objetivo posible y me congratula que compartas la misma opinión que yo. Gracias por comentar. Un saludo.
Como siempre has puesto el dedo en la llaga. Suscribo tus palabras ciento por ciento. Un saludo.
No pasa nada por no tener hijos, la vida sin ellos puede ser también muy agradable. De cualquier manera siempre anhelamos lo que no tenemos. Lo que hay que hacer es conformarse con lo que se tiene e intentar ser feliz con las cosas que nos da la vida.
Los hijos son una bendición y cuando se tienen una no piensa en que le van a salir malos, una piensa en que la van a hacer la persona más feliz del mundo. Respeto a quien no quiere tener hijos, aunque personalmente no conozco a nadie que no quiera o haya deseado tenerlos. Incluso muchísimas parejas no se resignan a vivir sin hijos y si no los pueden tener los adoptan. Es verdad que el traer un hijo al mundo conlleva gran responsabilidad y que sin recursos económicos es bastante difícil hacerse cargo de ellos para que no les falte el sustento que es lo que queremos todos los padres y madres. Pero la vida también sería muy aburrida sin ellos y a poco que se pueda creo que es mejor tenerlos. Bueno quizá sea un poco parcial en este sentido porque yo he tenido cuatro y ciertamente he tenido mucha suerte con ellos porque son personas muy responsables. Bueno el pequeño un poco menos pero también es una bendición. Tenemos la suerte de tener bastante estabilidad económica y eso se quiera o no ayuda, no me gusta ser hipócrita. De todas formas soy partidaria de que haya hijos en la pareja al menos se perpetúan tus genes. Un saludo.
A Asun: Muchas gracias por tus palabras. Una vez más estamos de acuerdo en la visión de la vida. Gracias por comentar.
A IGALA: Qué razón tienes, una verdad como un templo lo de que siempre anhelamos lo que no tenemos. Creo que has dado en el clavo. Gracias por tu comentario.
A E. María de Graná: Una opinión tan respetable como cualquier otra. Muchas gracias por pasarte de nuevo por mi blog y dejarme unas palabras.
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