Las fiestas navideñas son días en que las familias se reúnen para celebrar el nacimiento de Jesús, aunque como veremos más adelante tal evento no se produjo el 25 de diciembre.
La navidad es la época del año durante la cual las familias, como he dicho antes, suelen reunirse, es un periodo de fraternidad y de concordia. Durante esta semana del año se come, se bebe, se canta, se ríe, junto a nuestros seres queridos. Los padres, los hijos, los abuelos, los hermanos, los sobrinos… suelen compartir en paz y en armonía las cenas de Nochebuena y de Nochevieja, las comidas de Navidad y de Año Nuevo. Es tiempo de regalos, de brindis, de alegría…, de magia.
Durante la navidad y como por arte de birlibirloque nos llenamos de buenos deseos para los demás, es como si nos impregnáramos de espíritu navideño y este rezumara por todos los poros de nuestro ser en forma de buenas intenciones para con el prójimo.
Durante las fechas navideñas y muy especialmente el día de Nochebuena, el de Navidad, el de Nochevieja y el de Año Nuevo solemos inundar de mensajes vía WhatsApp o correo electrónico a todas las personas que conocemos. Mensajes que en muchos casos se repiten de año en año y que hemos sacado de internet las más de las veces, son mensajes típicos y tópicos pero que nos sirven para hacer llegar nuestros buenos deseos de prosperidad, felicidad y amor a nuestros familiares amigos y conocidos. Es muy posible que esos mensajes reflejen nuestros sentimientos hacia las personas a los que van dirigidos… ¿o no? ¿Es así en verdad o solo se trata de una tradición, de una moda que se repite machaconamente durante estos días? No lo sé, puede que lo hagamos de corazón, en todos los casos y con cada persona, que no existe ningún tipo de hipocresía en nosotros, seguramente sea así pero… ¿Y los demás días del año? ¿Aquellos en que a veces salen a flote las rencillas, los rencores, las envidias, la intolerancia, el egoísmo… hacia quizá las mismas personas a las que estamos deseando felicidad a través de nuestros mensajes navideños? ¿Qué pasa con esos días? ¿Si somos capaces de desear el bien para el prójimo en estas fechas navideñas, por qué no lo hacemos durante todos los días del año?
Bueno, no es necesario que os rasguéis las vestiduras, pero bien sabéis que esto pasa. Supongo que tiene una explicación y es que, como ya postularan algunos filósofos de reconocido prestigio como el español Ortega y Gasset, el británico Herbert Spencer, el alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel y el inglés Thomas Hobbes entre otros, el ser humano tiene una naturaleza dual, de tal forma que dentro de sí encierra la capacidad para hacer el “bien” y el “mal”, la capacidad de crear y de destruir, la capacidad para amar y para odiar.
De cualquier manera podemos aprovechar estos días navideños para desearnos a nosotros mismos que nuestro altruismo y amor por los demás durante la Navidad se haga extensivo a todo el resto del año y que lucharemos, y en última instancia venceremos, esa dualidad de la que hablan los filósofos y que yo me creo a regañadientes. Más que en la dualidad creo en el autocontrol y debiéramos ejercitarnos en su desarrollo para ser mejores personas.
Bueno, hablando de otra cosa, ¿sabéis por qué se celebra el día de Navidad el 25 de diciembre?
Seguro que alguno de vosotros dirá que esto es así porque fue el día en que nació Jesús de Nazaret, a los que así pensáis siento deciros que estáis equivocados y permitidme que me explique:
En realidad no existe ningún historiador, ningún teólogo, ningún exégeta, ningún experto en estos temas, no existe nadie que pueda certificar a ciencia cierta qué día exacto fue el del nacimiento de Jesús. Se barajan varias fechas aunque nadie se ha aventurado de forma rotunda a dar una concreta. Ni tan siquiera en la Biblia podemos hallar la fecha exacta de tal acontecimiento.
Esto ha dado como consecuencia que se manejen varias hipótesis para fechar el nacimiento de Jesucristo, (20 de abril, 20 de mayo, 29 de septiembre, 17 de noviembre…) pero ninguna concluyente. La inmensa mayoría de expertos descartan la fecha en la que celebramos la Navidad como la del nacimiento del Mesías e incluso cualquier otro día de todo el mes de diciembre.
¿Entonces, si no nació un 25 de diciembre por qué se celebra la Navidad ese día?
Hasta bien entrado el siglo IV el día del nacimiento del Mesías se celebraba el 6 de enero, junto a la Epifanía de los Reyes Magos y el bautismo de Jesús. Según los historiadores fue al emperador romano Constantino el Grande y al papa Julio I, que se les ocurrió la idea de cristianizar la fiesta pagana más popular que entonces existía en Roma, estas fiestas eran “las Saturnales”, unos festejos que llevaban celebrándose más de seis siglos y que coincidían con el solsticio de invierno. Así, se decidió que la celebración de la Navidad tenía que coincidir con la fecha en la que el pueblo romano homenajeaba la llegada del dies natalis Solis invicti, (el día del nacimiento del Sol invicto), la victoria de la luz sobre la noche más larga del año. Una fiesta que tenía lugar el 25 de diciembre.
Existen otras teorías sobre por qué se celebra la Navidad el 25 de diciembre aunque la que habéis leído es la más aceptada. Lo que sí parece seguro es que Jesús no nació en diciembre, eso, a tenor de todas las investigaciones y estudios llevados a cabo, sí que puede resultar indiscutible.
En cualquier caso y para terminar, os deseo, y lo hago de todo corazón, que paséis una feliz Navidad y que en el año venidero alcancéis todas las metas por las que os ilusionáis y lucháis.
¡¡Felices Fiestas!!
9 comentarios:
Lo cierto es que parece que en estas fechas estamos más predispuestos a tener mejores gestos hacia los demás que en otros fechas no sé si es por las lucecitas de colores o porque toca..sea como fuere, pienso igual que tú, que debería extenderse esa bondad al resto del año.
Y antes de que se me olvide...Felices Fiestas y Próspero Año Nuevo.
Sí, en estas fechas son muy comunes los besos, los abrazos... los buenos deseos entre las personas. No sé por qué será, es posible que sea (como tú dices) porque toca, por tradición. A lo mejor es por las lucecitas de colores a que te refieres que nos hipnotizan de bondad y buenas intenciones. Chi lo sa. Gracias por tu comentario. Lo mismo te deseo feliz Navidad y feliz Año Nuevo.
No me había parado a pensarlo pero ahora que lo dices si que es extraño que cuando acaban las fiesta navideñas se nos acaben los buenos deseos para los demás, o al menos no los tengamos tan en cuenta. De cualquier manera creo que nuestros mensajes navideños los hacemos desde el corazón, al menos en mi caso sí. Feliz Año.
¿Ahora resulta que Jesucristo no nació el 25 de diciembre? Pero bueno, ¿qué es esto? Feliz Navidad.
Una interesante reflexión a la qe pensndolo bien no le falta ni una pizca de lógica. Pienso igual que tú, en cuanto acaba la magia de estas fiestas se nos acaba ese espíritu de bondad que nos vuelve un poco más humanos durante el mágico tiempo de navidad. Feliz año.
Una reflexión con la que no podía estar más de acuerdo. Feliz año.
Pues si, mucho espiritu navideño, muchas buenas intenciones y llegado el momento somos capaces de las peores acciones con nuestros semejantes. ¡Ah, feliz navidad! dirá el jefe explotador. ¿Pero si me pagas una miseria, como pretendes que tenga feliz navidad? No creo en la navidad ni en el espíritu navideño y creo, (y no me asaltan dudas como a tí Marco Atilio) que tenemos el alma envenenada de hipocresía. Así somos los seres humanos, repugnantes y miserables hasta lo inconcebible.
Espero que tu también pases una fantástica Navidad/a> y que la vida te siga dando todo lo que mereces, mucho amor a ti y a los tuyos
Muchas gracias por tu comentario y por tu felicitación navideña.
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