Es difícil no conmoverse cuando uno ve en los telediarios o lee en los periódicos historias tan injustas y desagradables como tenemos que ver o leer prácticamente todos los días. Historias en donde las víctimas son personas como tú y como yo.
¡Cuántas veces se me cae el alma al suelo ante el sufrimiento de la gente!
Confieso que me afectan sobremanera los abusos que se cometen contra las personas y que quedan impunes porque este Sistema Capitalista hace la vista gorda ante tamañas injusticias. El otro día salió por televisión una familia a la que desahuciaban por no poder pagar su hipoteca. A la fuerza los echaron de su casa y los pusieron de patitas en la calle; de repente habían perdido su hogar y se habían quedado con la deuda de una hipoteca inasumible, a merced de la más grande injusticia que uno pueda imaginar. Una familia que seguramente ha sido víctima de un sistema que fagocita a las personas sin el menor pudor.
Las noticias de cada día en los periódicos, en la televisión, están llenas de historias terribles. De gentes a las que se las despoja de todo lo que tienen, incluso de su hogar cuando son desahuciadas por el egoísmo del poder económico y el mirar para otro lado de nuestros “insignes” gobernantes.
Ya no digamos cuando vemos a hombres, mujeres y niños pasar hambre, explotados sin misericordia, esclavizados en pleno siglo XXI. Son historias terribles, historias de sufrimiento, de desesperanza. Historias que creíamos desterradas, pero me da la impresión de que nunca se han ido y siempre han estado con nosotros, aunque ahora cobren mayor virulencia por la crisis, una crisis, dicho sea de paso, que se ha sacado de la manga el poder económico (el verdadero poder) seguramente con el abyecto propósito de eliminar a una gran parte de la sociedad.
¡Hay tantas historias terroríficas en este odioso mundo! Y lo malo es que demasiado a menudo cerramos los ojos ante ellas aunque estén ahí, al lado de nuestra puerta... pero parece que no vayan con nosotros, las penurias de los demás nos importan bien poco. ¡Qué lástima que seamos tan insensibles ante el dolor de las gentes, sobre todo aquellos que ostentan el poder, tanto político como económico y que podrían acabar con todas estas desventuras si quisieran!
Me gustaría saber por qué hay personas que nacen con estrella y otros estrellados ya desde el mismo momento en que ven la luz por primera vez. Difícil respuesta cuando sabemos que el azar (vaya mierda) juega un papel básico en que esto sea así y está más que demostrado que el azar es voluble y caprichoso. También me gustaría conocer la causa de todo este despropósito, pero igualmente me temo que es difícil hallar una respuesta a toda esta locura en la que estamos inmersos los seres humanos, a lo mejor es consustancial a nuestra propia esencia. ¡Qué pena! ¡Y qué injusto es este mundo en donde paseamos nuestras miserias, para nuestra propia desgracia, desde hace ya tanto tiempo!
Marco Atilio
4 comentarios:
Encontrar gente como tu hoy dia es bastante dificil. todos van a su rollo y las cosas de los demas nos importan un pito, tu eres una rara avis en este disloque en el que estamos metidos. Yo te creo, ¿te creeran otros?
La verdad es que no me importa demasiado que me crean o no me crean. Yo soy como soy y mis sensibilidades son solo mías. Estas son mis opiniones que se pueden compartir o no, en cualquier caso es lo que siento y así intento plasmarlo en los diversos artículos del blog.
Pues sí, historias que te ponen el vello de punta. Hisotrias que no deberían acontecer y sin embargo siguen más que latentes en pleno siglo XXI. De todas formas creo que hay mucha gente que si se conmueve ante esas historias la lástima es que esas personas no tienen poder para hacer nada por evitarlas.
Bien dices E. María. Lamentablemente quienes pueden acabar con esas terroríficas historias no lo hacen por puro egoísmo, un egoísmo que bien parece intrínseco al poder y la riqueza, cosas ambas que te insensibilizan ante cualquier emoción.
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