Hace ya 16 meses que, por culpa de mi lesión en la
rodilla, estoy lejos de mi amado Hospital y por ende de mi amado Servicio de
Quirófanos. La verdad es que hace ya algún tiempo que dudo poder volver porque
los resultados de la intervención quirúrgica que me practicaron hace un año
para implantarme una prótesis de rodilla no han salido muy bien que digamos,
todo lo contrario, los resultados han ido para mi desgracia, rematadamente mal.
Y es que, muy a mi pesar, me encuentro poco menos que inválido y con el dolor
cebándose en mí a todas horas. Lástima en verdad porque me consta que se
esmeraron sobremanera para que el resultado hubiera sido otro muy distinto.
Solo la mala suerte y la especial anatomía de mi pierna han hecho que esté
pasando un verdadero calvario.
Una de las cosas que peor llevo, aparte de mis problemas
físicos, es el de no poder interactuar a diario con mis queridos compañeros y
compañeras del hospital a los que echo muchísimo de menos. Porque no me puedo
engañar, si al final no puedo volver a mi trabajo, mi relación con mis compis
ya no será la misma que antes, de alguna manera los perderé y esto es un axioma
más que evidente. En este sentido no hay que ser hipócritas, el tiempo en estos
casos juega en contra de todos nosotros, porque como he dicho en alguna
ocasión: “El tiempo y la distancia son
poderosos aliados del olvido y aunque nos queden los recuerdos estos se van
difuminando con el paso de los años”. Esto es así por más vueltas que le
demos. Cuando ya no hay “roce” interpersonal, cuando dejan de compartirse los
momentos se aboca uno a la añoranza…, a los recuerdos y todo se irá enfriando
en una melancólica entropía. El tiempo es una losa que tapa todo amago de
sobrevivencia.
Es por todo esto por lo que de vez en cuando soy presa de
un amargo desaliento. Porque tal vez esté esperando algo que al fin no suceda,
el de volver a encontrarme con gente que me hacía feliz y de la que disfrutaba
en su compañía. Lamentablemente, el azar voluble y caprichoso me apartó de mi
satisfactoria cotidianidad hace ya demasiado tiempo.
Pero en fin, las cosas son así y no puedo hacer mucho
para poder cambiarlas… por desgracia.
Marco Atilio
10 comentarios:
Eres estupendo escritor, mis ojos de ha llenado de líquido, y el alma se ha ahuecado en el triste momento de verdad.
Te echo de menos hoy más que ayer.
Gracias Rauf por tus alagos. Pues sí querido amigo, os echo mucho de menos y presiento que mi vida nunca volverá a esa dulce cotidianidad de la que disfrutaba antes. Precisamente hoy hace un año que me operé la rodilla y el inicio de mi particular calvario con ella. Lástima. Un abrazo amigo.
Mejor no mirar para atrás es mi consejo porque entonces estas perdido. Hace ya como unos 8 años que para mí la vida me dio un brusco giro y al día de hoy me he dado cuenta el que me quería para pasar un rato o el que realmente le importas.
Siempre mira lejos no cerca ese es mi consejo y así si no llegas hasta allí te queda el consuelo de haberlo intentado
Probablemente tengas razón y me toque pasar página aunque me cueste hacerlo. En fin, así son las cosas. Gracias por tu comentario.
La vida son etapas que hay que superar y ahora nos ha tocado vivir esta. Estoy más que segura que la superaremos.
Aunque no puedas ir a trabajar y no tengas cerca a tus queridos compañeros y compañeras, sí que tienes cerca otras personas que te quieren, tu familia, tus hijos y yo misma que intentamos día por día hacerte la vida agradable y ayudarte lo más posible en estos momentos difíciles. Estoy segura que vendrán tiempos mejores y que tu dolor se irá pasando poco a poco, ya lo verás.
Por otro lado me gustaría agradecer a todos tus compañeros y compañeras del hospital por estar a tu lado siempre, por darte su apoyo y por darte en todo momento el ánimo y el empujón que necesitas en esta etapa difícil. Gracias de corazón.
Y tú, ánimo Marco Atilio ya sabes que yo siempre estaré a tu lado. Te quiero.
La vida sería mucho más difícil si no estuvieras a mi lado. Compartir contigo tantos años es un honor y un privilegio. Gracias por tu dulzura y por ser mi salvavidas en los duros momentos de quebranto.
Es normal que añores a tus compañeros si te llevabas bien con ellos que veo que sí. Lo importante es adaptarte cuanto antes a tu nueva situación y mirar hacia adelante. Ilusionarte con otras cosas que la vida está llena de cosas por descubrir. Como dice el todopoderoso, la cuestión es no mirar atrás, que agua pasada no mueve molino. Y con esto no quiero decir que olvides a los que fueron tus compañeros, simplemente tienes que saber vivir sin ellos. Un saludo.
Puede que tengas razón, aunque el haberme apartado de mi dulce cotidianidad es una cosa que llevo bastante mal la verdad. Lo superaré, con esfuerzo lo superaré, aunque no deja de ser una lástima (para mí) que me haya ocurrido esto. Saludos.
Paco.la vida pasa pero tambien sigue.as tenido una etapa llena de buenas amistades en el trabajo,un trabajo que te ha llenado de muchas satisfacciones y alegrias, no las olvides nunca.(pasado). Ahora te toca por las circunstancias que todos sabemos que as entrado en otro vida.(presente),pues te digo VIVELA,Disfrutala y amala,por que digo lo que me decía mi amigo el cura con mucha wasa, y si solo tenemos una vida y nos han engañado?
Por todo eso te digo amigo mío que no te preocupe que lo bueno es que los amigos de verdad los tendrás siempre.
Un abrazo. Antonio urrutia
Pues sí querido Antonio, toca pasar página y aceptar otras circunstancias de la vida. Posiblemente ni mejores ni peores, solo diferentes. En ello estoy, en aceptar cuanto antes mi nueva situación aunque la melancolía me invada en ciertos momentos puntuales. Han sido muchos años disfrutando con una labor que me llenaba mi día a día, de la que disfrutaba haciendola y a la par rodeado de gente a la que aprecio de veras. En fin, nada puedo hacer por cambiar las cosas, así que intentaré por todos los medios pasar este mal trago cuanto antes y habituarme lo más pronto posible a mi nueva realidad. Un abrazo.
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