La Navidad es una celebración que no me
gusta mucho, al menos no tanto como antes. Considero que son fiestas
consumistas y también cargadas un tanto de hipocresía. Nos desvivimos por mandar
mensajes de buenos deseos y a menudo nos olvidamos que hay más días en el año
para hacerlo y no solamente en estas fechas pero… así está impuesto por la
tradición y la costumbre.
Las celebraciones navideñas comienzan
con la Nochebuena. Una noche cargada de emotividad, de buenos deseos y
sentimientos. Una noche para celebrar con la familia, en donde preparamos las
mejores viandas que podemos permitirnos para compartirlas con los nuestros. Una
noche en donde nos afanamos porque la paz y la armonía sean las reinas de
nuestras casas.
Por otra parte, es una noche en donde
muchas emociones nos invaden, fluyen, se desbocan… Quizá nos asalten sentimientos encontrados,
tristes y felices a la vez. Si hemos tenido la desgracia de perderlos, seguramente echemos de menos a los seres
queridos que ya no están entre nosotros y, aunque su ausencia nos ponga
tristes, debemos disfrutar con los que aún están con nosotros, con aquellos que
nos acompañan es esta noche especial, sin olvidarnos del ausente pero mirando hacia
adelante, porque la vida está para disfrutar de los momentos y nada conseguimos
con martirizarnos por algo que, lamentablemente ocurrió y nada podemos hacer
por cambiarlo.
La Nochevieja es más de lo mismo, nos
rodeamos de nuestra familia e intentamos pasarlo en grande, comiendo, bebiendo,
brindando y repartiendo buenos deseos para el año nuevo. Lo típico. Como
también es típico comernos las 12 uvas para que nos den suerte para el año que
comienza. Una tradición para la que existen diferentes explicaciones:
“Una dice que todo comenzó en 1882. En esa época la clase
burguesa solía beber champán y comer uvas durante la cena de Nochevieja.
Un grupo de madrileños decidieron ironizar esta tradición
acudiendo a la Puerta del Sol para comer uvas acompañados del sonido de las
campanadas.
Otra teoría remonta la tradición a 1909. Ese año hubo muy
buena cosecha de uva, y los productores decidieron dar más salida al producto
vendiéndola como “uvas de la suerte”.
A lo largo de los años la tradición se ha ido puliendo. Hoy
día mucha gente dice que las uvas simbolizan la abundancia y cada vez que se
come una hay que pedir un deseo. En total 12 deseos.”
Yo, fiel a esta tradición, suelo
comerme las 12 uvas todas las Nocheviejas, y lo hago desde que tengo uso de
razón, frente al televisor, siguiendo la retransmisión de TVE, como mandan los
cánones. Por cierto, la retransmisión de las doce campanadas comenzó en
Televisión Española en el año 1962.
Las fiestas navideñas terminan con la
Epifanía el día 6 de enero. Pero antes está la noche de reyes, la cabalgata, la
noche de los regalos, de las emociones, de los nervios, de la ilusión…, de la
magia.
De esa noche tengo muy bonitos
recuerdos. De pequeño flipaba con los regalos que por arte de magia aparecían
en mis zapatos y alrededor de ellos en la mañana del día 6. ¿Pero cómo?
¡Alucinante! ¡Increíble!
También recuerdo con muchísimo gozo la
cara de mis hijos al ver lo que les habían traído “los Reyes Magos”. Jamás
olvidaré su expresión de asombro y sus miradas de no entender muy bien por qué
se había producido ese “milagro”. ¡Qué etapa de la vida más inocente y más
bonita!
En fin, he dicho al principio que la
Navidad me gusta menos que antes, más bien por el consumismo que rodea esta
celebración pero…, si he de ser sincero tampoco reniego mucho de ella. Y me
quedo con su lado más tradicional y emotivo, con su lado más fraternal y de
concordia. Sea como fuere os deseo que paséis unas felices fiestas y que en el año
que está presto a comenzar alcancéis todos los objetivos por los que lucháis
día a día.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
2 comentarios:
A mí también me gusta más la parte más emotiva de la Navidad: los reeencuentros con los que están lejos, las reuniones familiares alrededor de la mesa, pero sobre todo la ilusión de los más pequeños.
Os deseo a ti y a tu familia unas felices fiestas y un próspero año 2018.
Saludos
Muchas gracias Isabel. Lo mismo digo, que tengas unas felices navidades y un año bien cargado de salud y prosperidad. Para tí y para todos tus seres queridos. Saludos.
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