Si
los partidos políticos tradicionales (en España PP y PSOE) ofrecieran al electorado
un proyecto interesante y atractivo, donde la justicia y la equidad fueran pilares básicos.
Donde se le diera esperanza a tanta y tanta gente, que en lugar de vivir con
dignidad más bien sobrevive y eso tras ímprobos esfuerzos. En donde las
promesas electorales sean promesas cumplidas y no se queden en “agua de
borrajas” en cuanto el partido en cuestión y los políticos que lo componen
“huelen” el poder.
Si se preocuparan más por esa gran parte del electorado, que coincide sin duda con aquella gente más desfavorecida y que, en definitiva, puede inclinar la balanza hacia unas tendencias políticas u otras.
Si todo eso acaeciera, nada tendrían que hacer los partidos políticos populistas. De otra manera, engañando a la gente y no ofreciéndole algo ilusionante y esperanzador, muchas de esas gentes, que vislumbran para sí y sus familias un futuro totalmente incierto, seguirán agarrándose al clavo ardiendo de las promesas populistas (aunque sean promesas falsas) y, en consecuencia, esos partidos que las sostienen seguirán arañando los votos del miedo y la desesperanza.
2 comentarios:
Tengo 37 años y votando desde los 18 y si puedo decir, que desde esa fecha me han prometido bajar impuestos, menos paro, mas celeridad en la sanidad y un largo etc. Y es verdad todo lo que han dicho, pero, se les olvida decir que lo que dicen es al revés.
eltodopoderoso
No nos engañemos, los políticos mienten como bellacos. Ellos no trabajan para el pueblo como debería ser su objetivo, trabajan para ellos mismos.
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