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jueves, 13 de enero de 2022

Macrogranjas

Fuera de otras connotaciones que no sean las de analizar con la mayor objetividad que pueda, fruto de la información que he podido recabar por diversos medios, la basura política que nos rodea; y en particular la controversia que se ha suscitado por lo que dijo el Ministro de Consumo, Alberto Garzón, en una entrevista concedida al periódico británico «The Guardian» a finales de 2021 y en la que criticaba a las llamadas macrogranjas, voy a intentar dar una información lo más veraz posible de la polémica e incluso me permitiré la licencia de opinar al respecto.

El ataque de las derechas a las palabras de Garzón ha sido feroz, empezando por el PP y siguiendo con Vox y Ciudadanos. Pero es que su socio de Gobierno, el Partido Socialista, tampoco ha apoyado esas declaraciones y ha dado credibilidad a una evidente falacia vertida por la corriente conservadora española que basó sus ataques en algo que el ministro Garzón no dijo.

Pero antes que nada veamos qué es una macrogranja: Una macrogranja es una instalación de ganadería intensiva que acoge a miles de cabezas de ganado en un único alojamiento. Estas instalaciones acogen a un gran número de animales que se encuentran hacinados y en donde el maltrato es más que evidente y según he podido ver por televisión, ese maltrato raya en la crueldad más absoluta. Estos animales son alimentados con pienso, traído principalmente de Sudamérica, en donde el coste de producción es muy barato. Generan tanto con tan pocos costes que pueden bajar muchísimo los precios, lo que hace mucho daño a los productores locales.

Los animales de las macrogranjas no salen al campo en ningún momento y sus cortas existencias son un verdadero calvario. Desde luego nada que ver con una granja extensiva, en la que los animales pastan y hay un vínculo de la producción con el territorio.

Lo que el ministro Garzón defendía precisamente es la ganadería extensiva, donde los animales se alimentan de pastos y no viven continuamente en lugares cerrados. Y criticaba a la ganadería intensiva en donde los animales se alimentan de piensos y viven en naves industriales.

Hay varios efectos adversos de las macrogranjas en la población, los principales son la contaminación del suelo y de las aguas por la generación de excrementos mezclados con agua. Estos desechos cargados de nitratos, van a parar a unas balsas que al ser vaciadas dañan los terrenos agrícolas y contaminan el agua de los acuíferos. Otro problema es el nauseabundo olor que desprenden estas instalaciones y que dificulta muy mucho la vida de las personas que viven cerca de estos complejos ganaderos y que tienen que soportar este olor fétido a diario.

¿Pero qué es lo que dijo realmente el ministro Garzón sobre las macrogranjas en The Guardian? Aquí tenéis exactamente lo que dijo cuando se le preguntó al respecto:

Pregunta: Con el tema de la carne, ¿cómo vas a lograr el apoyo de los ganaderos y cómo vas a cambiar la mentalidad de los españoles?

Respuesta: «Sabíamos dónde nos metíamos, pero nuestro objetivo es trasladar la evidencia científica en su conjunto a las políticas públicas. Sabíamos, sin embargo, que nos enfrentábamos a una gran oposición. El tablero es complejo porque gran parte de la oposición viene de las grandes empresas, grandes empresas que hacen uso de la ganadería industrial. Aquí hay que diferenciar entre la ganadería industrial y la ganadería extensiva. Esta es una ganadería ecológicamente sostenible y que tiene mucho peso en determinadas regiones de España como puede ser Asturias, parte de Castilla y León, incluso de Andalucía o Extremadura.

Pero es sostenible, la que no es en ningún momento sostenible es la que llaman las de las macrogranjas. Ayer mismo había un reportaje, creo que el origen del estudio era Reino Unido aunque no estoy seguro, que decía que las 20 grandes empresas multinacionales de ganadería industrial emiten gases invernadero que son ¾ partes del CO2 que emite España, es espectacular. Pero, claro, es que cogen un pueblo de la España despoblada, meten 4.000 cabezas de ganado allí, o 5.000 o 10.000, contaminan los suelos, contaminan el agua y después normalmente se exporta… Es una carne de peor calidad, es un maltrato animal además lo que se produce y es un impacto ecológico descomunal y desproporcional.

Teóricamente, los ganaderos de ganadería extensiva deberían estar de acuerdo con nosotros porque nunca hemos dicho que no hay que comer carne, sino que hay que reducir el consumo de carne y que la carne que se consuma sea así. Pero en este mundo de matices, evidentemente, fue muy complicado incorporar… La pelea grande fue con las grandes empresas que tienen un gran poder en España. Un gran poder significa mucho dinero para invertir en publicidad, en medios de comunicación, y muchos contactos para influir sobre la Administración Pública.

Nosotros sabíamos desde el principio que era un tema que iba a ser polémico, pero que era necesario. En otros países está mucho más avanzado, en Alemania, Reino Unido, incluso en Alemania, pero en España iba a ser la primera vez que alguien desde un Gobierno iba a decir lo que decían los científicos desde hace mucho tiempo».

Lo que habéis leído es exactamente, según la información que he podido recabar, lo que el Ministro Alberto Garzón dijo a «The Guardian» sin embargo, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco del Partido Popular, criticó al ministro en Twiter con un mensaje que acompañó con un enlace a un artículo de una web especializada en el sector cárnico titulado «Garzón afirma en The Guardian que España exporta carne de mala calidad de animales maltratados». El contenido del artículo no explicaba que Garzón atacaba a las macrogranjas y defendía la ganadería extensiva. Aun así, Mañueco atacaba al ministro con estas palabras: «Qué ha hecho Castilla y León para que el Gobierno de España ataque de nuevo a nuestros ganaderos. Nos tendrán enfrente en la defensa de los hombres y las mujeres del campo». Precisamente Alberto Garzón, en su entrevista con The Guardian, nombra a Castilla León para reivindicar el territorio como uno de los que produce una ganadería extensiva «ecológicamente sostenible».

Las críticas desde la derecha se suceden en cascada y el PP, VOX o Ciudadanos han arremetido duramente contra el ministro Garzón. Es lo que se llama aprovechar una Fake News lanzada de manera torticera con el fin de sacar rédito político. De esto sabía mucho Donald Trump ya que consiguió llegar al poder a base de Fake News. La verdad es que estos políticos nuestros no tienen desperdicio. En fin, esto de alguna manera me lo podía esperar de una oposición tan beligerante como la que tenemos en España, lo que en absoluto me esperaba es que desde muchos sectores del PSOE y del Gobierno del PSOE no se defendiera al ministro Garzón cuando sabían que se había fabricado una burda mentira para criticarle y cuando también sabían que su denuncia sobre las macrogranjas es una verdad irrefutable y sus palabras, estoy seguro, las firmarían la práctica totalidad de los pequeños y medianos ganaderos que hay en España.

Así son de increíbles nuestros «amados» políticos. Se zahiere a una persona por decir la verdad y se le achacan cosas que no dijo. Y seguro que muchas gentes de este país se creerán todas las mentiras que se están vertiendo en este caso. «Spain is different».

En fin, como veis, la política española, emponzoñada desde hace mucho por politiquillos de medio pelo, no tiene desperdicio. Ahora que cada uno saque sus propias conclusiones.

 

2 comentarios:

Prometeo dijo...

Por supuesto que Spain is different. Cuando se te critica tan cruelmente por obviedades es que algo falla en este país bananero. Esta clase política que nos infecta tiene un muy bajo nivel.

F.J.M. (Marco Atilio) dijo...

Tienes toda la razón. Nuestra clase política es un enorme y nauseabundo montón de mierda.

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