La estancia sola…, en silencio,
solo el susurro de una melodía,
una melodía que me pone triste,
que me llena de recuerdos, de añoranzas
y de preguntas sin respuesta.
La melodía sigue sonando y sonando,
los pensamientos se agolpan…
El tiempo pasa inflexible.
De todos nosotros,
algún día,
solo quedará un vago recuerdo...
y lejano.
Una de esas preguntas
sin respuesta
ronda mi cabeza:
¿Todo esto tiene algún sentido?
Nacer… para morir.
Vivir… una vida de miseria,
de desesperanza… en muchos casos.
La melodía sigue sonando,
una enorme melancolía
me envuelve,
me atenaza,
me acongoja.
La melodía se apaga,
solo un tenue sonido,
un leve susurro.
Yo también me apago.
La melodía, la triste melodía,
y yo...,
yo…
y mis pensamientos,
yo…
y mi depresión.
Marco Atilio
6 comentarios:
Muy mal rollo Marco Atilio. Arriba ese ánimo, aunque supongo que tus razones tendrás para estar afligido y no seré yo quien cuestione esas razones. De cualquier manera te mando todo el ánimo del mundo y vibraciones positivas desde Granada.
Vaya, tampoco tú te libras del abatimiento algo muy común e estos tiempos que corren.
Cuidado con la música que eliges Marco Atilio, algunas melodías son tan meláncolicas que en lugar de levantarnos el ánimo nos sumen en una profunda tristeza, sobre todo si estamos en un periodo de especial sensibilidad emocional.
Describes muy bien esas sensaciones de tristeza y abatimiento que a todos, en alguna ocasión, nos han venido a visitar. Arriba ese ánimo.
Sonrie. Aunque tu sonriza sea triste, porque mas vale una sonrisa triste que la tristeza de no poder sonreir.
La tristeza no es más que la distracción del alma, cuando vuelve ésta a despertar se da cuenta que la vida es corta para llorar.
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