Ayer, día 4 de enero, se produjo un evento astronómico cuyo protagonista fue nuestro querido planeta Tierra. De ese acontecimiento hablaré en las siguientes líneas. Un acontecimiento que se repite todos los años, más o menos por estas fechas, y que es el principal motivo de esta entrada.
Como sabéis, La Tierra, como todos los planetas del Sistema Solar, gira alrededor del Sol describiendo una órbita elíptica. Por tanto, la distancia que hay entre La Tierra y nuestra estrella no siempre es la misma y varía dependiendo del lugar de la órbita en que se encuentre nuestro planeta.
Como sabéis, La Tierra, como todos los planetas del Sistema Solar, gira alrededor del Sol describiendo una órbita elíptica. Por tanto, la distancia que hay entre La Tierra y nuestra estrella no siempre es la misma y varía dependiendo del lugar de la órbita en que se encuentre nuestro planeta.
También lo hace la
velocidad a la que se mueve alrededor del Sol, siendo esta mayor cuanto más
cerca esté de la estrella para ir decreciendo paulatinamente a medida que La
Tierra se aleja de ella, de acuerdo con la segunda ley de Kepler: “La línea que conecta al Sol con un planeta
recorre áreas iguales en tiempos iguales”, es decir, cuanto más cerca esté
un planeta del Sol, mayor será su velocidad.
Dicho esto, ayer día 4 de
enero, a las 11:59 hora española,
alcanzó La Tierra el perihelio, o lo que es lo mismo, su menor distancia al
Sol: 147.098.290 kilómetros, a una
velocidad de 110.700 kilómetros por hora,
7.164 km por hora más rápido que en el punto más alejado
del Sol, el afelio, cuyo paso por él tendrá lugar el próximo 3 de julio para este año de 2017 y la
velocidad de nuestro planeta cuando llegue a él será de 103.536 kilómetros por hora encontrándose a la mayor distancia del
Sol posible: 152.098.232 kilómetros. (Por
cierto, la distancia media de La Tierra al Sol la fijó la Unión
Astronómica Internacional en 149.597.870 kilómetros y 700
metros).
La Tierra gira alrededor
del Sol en una órbita elíptica de 930 millones de kilómetros a una velocidad media de 107.280 kilómetros por hora. Tarda en recorrer esa distancia 365 días y poco menos de 6 horas, es
por eso que cada cuatro años hay uno bisiesto.
Quizá alguno de vosotros os
preguntaréis por qué es invierno y hace frío (en el hemisferio norte) justo
ahora que La Tierra está en su punto más cercano al Sol. La respuesta es que la
diferencia de kilómetros entre el perihelio o punto más cercano al Sol y el
afelio o punto más lejano apenas
representa el tres por ciento de la distancia media, por lo que es un dato
bastante insignificante. El motivo principal es el eje imaginario sobre el cual
gira nuestro planeta, que está inclinado unos 23,5 grados y el modo en que los rayos solares inciden en La Tierra
debido a esa inclinación.
Cuando en el hemisferio
norte es verano, el eje terrestre hace que sea esa mitad superior del globo la
que esté más de cara al sol y, por consiguiente, que los rayos solares incidan
sobre la Tierra de manera menos oblicua y sí más vertical. Es por esto que
cuando en el hemisferio norte es verano en el hemisferio sur es invierno y
viceversa.
Si el eje fuera
perpendicular al ecuador, no existirían las estaciones y los días durarían
exactamente lo mismo en todos los lugares de La Tierra.
Marco Atilio
3 comentarios:
¿A tanta velocidad vamos? Madre del amor hermoso, y ni lo notamos. ¡Hay que ver!
Pues sí, a tanta velocidad vamos. Y no lo notamos, no.
Interesante, le dejo un link sobre las distancias astronómicas:
Alejándonos del Quásar 3C273
http://quasartechsciencie.blogspot.com.ar/2017/07/alejandonos-del-quasar-3c273.html
Publicar un comentario