Hace
poco estuve en Madrid viendo la Exposición sobre Auschwitz y el Holocausto y
pude comprobar hasta dónde puede llegar la maldad humana.
Ante
esas atrocidades y otras que nos refieren a diario los medios de comunicación, llego a la conclusión de que somos una especie
nociva, nociva para nuestros congéneres y nociva para las demás especies. Quien
quiera que fuese el que nos puso sobre La Tierra, cometió el mayor error que se
haya dado en la historia del Universo. No tenía ni idea qué clase de chapuza
estaba haciendo.
Quizá
seamos una especie fallida dentro de la natural lógica del Universo. Y quizá
la buena gente no sea más que un error en la propia esencia de nuestra especie.
Hay
demasiados acontecimientos espeluznantes en el mundo, prácticamente todos los días,
que vienen a corroborar ese fallo creacional. Los seres humanos estamos
impregnados de una especie de maligna locura que nos hace seres despreciables
en demasiados casos, casos que saltan a las noticias con demasiada frecuencia.
Por
ejemplo el reciente caso de Gabriel, el niño de Almería, arrancado de la vida
por una mente retorcida y siniestra, una de las muchísimas que pululan por este
asqueroso mundo nuestro.
Lo
dicho, quien quiera que nos pusiese aquí no tenía la más mínima idea de lo que
estaba haciendo. Ni pajolera idea.
Marco
Atilio
4 comentarios:
Un poco negativo pero bueno, la historia antigua y reciente está llena de hechos deleznables cometidos por el ser humano. Asi que supongo que tienes razón.
A mí me parece que estoy siendo hasta condescendiente con nuestra especie. Gracias por tu comentario.
Tienes razón, mucha razón. No hay más que ver los telediarios para darse cuenta de esta infame realidad. Saludos
Mucho me temo que tengo razón, aunque me gustaría que no fuera así. Saludos Cristina
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