Al
autor del precioso poema que veréis a continuación, lo asesinaron los fascistas
el 18 de agosto de 1936, arrojando su cuerpo a una fosa común sin identificar,
en algún lugar del camino de Víznar a Alfacar en la provincia de Granada. Con
este repugnante crimen privaron al mundo del arte y la creatividad de un escritor
excelso, dejando huérfana la literatura universal.
¿Adivináis
de quién se trata? Cierto, del gran Federico García Lorca, víctima del fanatismo
más exacerbado de unas gentes que llevaban por bandera el odio, la injusticia y
la intolerancia y que sumieron a España en 40 años de atraso y del oscurantismo
más absoluto.Lamentablemente,
aún quedan demasiados rescoldos de aquel tenebroso pasado.
Este
es el poema del insigne escritor granadino:
Romance de
la luna luna
(Federico
García Lorca)
La luna vino a la fragua
con su polisón de
nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y
pura,
sus senos de duro
estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos
blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los
gitanos,
te encontrarán sobre el
yunque
con los ojillos
cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus
caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del
llano.
Dentro de la fragua el
niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los
gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el
árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.
Dentro de la fragua
lloran,
dando gritos, los
gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.
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