BIENVENIDOS A YUMYS GALAXY, EL RINCÓN DE F.J.M. (MARCO ATILIO).

viernes, 7 de diciembre de 2012

El paso del tiempo

La flecha del tiempo 1

La flecha del tiempo, siempre avanzando en una misma dirección. El tiempo, que todo lo arrastra y nos va moldeando para bien o para mal. ¿Dónde están los niños que fueron nuestros hijos hace tan solo... ¡Dios mío!, hace tan solo tan poco? ¿Y dónde está lo que fuimos nosotros "ayer" mismo? El tiempo avanza deprisa, muy deprisa, echando sobre nuestras espaldas su pesada carga y nunca desfallece, ni se para, todo lo contrario, cada vez corre más, mucho más…, la extraña relatividad de la que hablaba Einstein.
 
¿Dónde está el vigor, la fortaleza, la rebosante salud que me acompañaba cuando el arrabal de juventud inundaba todas las moléculas, todos los átomos de mi ser? Poco a poco ese vigor, ese comerme el mundo, se ha ido aplacando o deteriorando con el paso de los años, unos años que se han esfumado tan deprisa que no puedo creer que haya pasado tanto tiempo en tan poco tiempo, parece un juego de palabras y no es así, es una percepción real cuando (como yo) has recorrido un importante trecho en el sinuoso camino de la vida. 
 
Una vida que tengo ya más de mediada y que se ha consumido en un suspiro. Si la vida fuera un día yo estoy en las primeras horas de la tarde. ¿Cómo es posible que el tiempo haya corrido tanto?
 
¿Y cómo es posible que mi estado físico se haya deteriorado tanto? Estos dolores perennes que sufro… la rodilla, la espalda, el cuello, los brazos, los pies… parece que han llegado hasta mí para quedarse y para impedirme que sea feliz. Aquel maldito accidente de moto (al menos en parte) me está pasando factura. Y todo ha ocurrido lenta y paulatinamente aunque la percepción que yo tengo es que haya ocurrido rápido, muy rápido. Otra vez la relatividad de Einstein. 
 
El tiempo y su transcurrir han caído sobre mí como una losa en forma de dolores físicos, unos dolores que han hecho (por ejemplo) que no pueda practicar mi deporte favorito y por el que sentía verdadera pasión: el tenis. ¡Cuánto lo echo de menos! Sé que jamás podré volver a jugar y eso me pone triste. Añoro aquellos partidos de tenis con mis amigos, lo bien que lo pasaba y a la vez me mantenía en forma. Una lástima que todo eso se haya acabado.
 
Este estado físico mío también está repercutiendo en el normal desarrollo de mi trabajo, un trabajo que me gusta y el que intento realizar con la mejor de las disposiciones pero… cada vez me cuesta más llegar al final de mi jornada laboral. Y mira que me esfuerzo, pero estos malditos dolores a veces se hacen insoportables. Menos mal que hay días que son un poquito más llevaderos aunque estoy descubriendo con angustia que cada vez son menos los días en los que esto pasa.
 
Muchos de vosotros pensaréis que estoy siendo un tanto negativo, aunque yo no creo que sea así, lo que estoy siendo es realista y eso es lo que me da más miedo.
 
Si hablo del tiempo y de lo rápido que corre, de que solo avanza en una misma dirección, es porque añoro mucho otros momentos de mi vida, momentos felices que los recuerdo como si hubieran sucedido la semana pasada y que nunca volverán. Ojalá pudiera doblar esa flecha temporal y retroceder unos cuantos años, al menos conseguiría quitarme estos malditos “achaques” que no se corresponden con la edad que tengo.
 
En fin, la verdad es que en estos tiempos que corren, en que el mundo y la felicidad de tantas personas se derrumba a nuestro alrededor no sé quién soy yo para quejarme y casi me da vergüenza hacerlo, pero cada persona es un mundo y mi mundo también se resquebraja.
 
Por otra parte me siento tan puñeteramente melancólico que miro al pasado y no puedo por menos que decir: ¡Qué tiempos aquellos! En cierto sentido mucho mejores que los de ahora. Y me identifico plenamente con lo que dijera Jorge Manrique en sus “Coplas”, aquello de "cómo, a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor." aunque no siempre sea cierto.
 
La vida es extraña a veces, ¿no os parece? 
 
Marco Atilio










9 comentarios:

J.R.Q. dijo...

El paso del tiempo nos aprisiona, no en una celda de cemento y ladrillos, sino en una de esperanzas rotas y tragedias imprevisibles, cuan grandiosa sería entonces la oportunidad del volver, pero al hacerlo no nos estariamos enfrentando al Tiempo sino a nosotros mismos, porque aunque podamos escapar de la carcel del tiempo, jamas podremos salir de la carcel de nuestra propia naturaleza.

Anónimo dijo...

Es inevitable echar la vista atrás y acordarnos de otors momentos de nuestra vida, sobre todo cuando tenemos problemas. Sin embargo, hay que vivir la realidad, hay que aferrarse al presente y vivirlo con la intensidad de la que seamos capaces. Ya lo dice el refrán: "Agua pasada no mueve molino". Debemos aceptar lo que tenemos ahora y no preocuparnos por lo que tuvimos o por lo que tendremos mañana, eso en mi opinión es una pérdida de tiempo.

Asun dijo...

Prometí que me pasaría por aquí de vez en cuando y, aunque tarde por diversas circunstancias, aquí estoy. ¿Y qué me encuentro? Con una persona angustiada y triste. Las razones que esgrimes en este artículo son poderosas porque la pérdida de la salud es importante pero debes, en la medida de tus fuerzas mirar hacia adelante, es bueno e incluso necesario a veces echar la vista atrás y disfrutar de nuestros recuerdos, sobre todo si los tenemos buenos como parece que es tu caso pero tampoco se vive de ellos y nada hacemos con lamentarnos de nuestra presente mala suerte. Debemos, estoicamente, aferrarnos al presente y vivir la vida tal y como nos viene, afrontar los problemas con la mejor de las disposiciones para intentar resolverlos y si son insolubles dejarlos a un lado. Comprendo perfectamente que vivir con un dolor físico continuo es martirizante pero debes encontrar el modo de que no repercuta en tu felicidad. En fin Marco, he intentado animarte y mostrarte un posible camino, si he errado con mis palabras te pido perdón por mi torpeza, si por el contrario he acertado con ellas me alegro de haber podido ayudarte. Saludos

Anónimo dijo...

Todos tenemos nuestro mundo y algo de qué quejarnos. Si esos dolores físicos a los que haces alusión te impiden ser feliz yo te digo que también los sufro yo viendo tu padecimiento, de cualquier manera aquí me tienes para hacerte la vida lo más agradable posible como intento hacerlo desde que te conocí. Ánimo que no estás solo en este camino que se ha vuelto espinoso de repente pero que recorreremos juntos hasta el final. Bsss.

T.J. dijo...

Cuando era joven decía: “ ya verás cuando tenga cincuenta años” Tengo cincuenta años y no he visto nada.

Es cierto Marco Atilio: Todo pasa tan rápido. Somos un simple suspiro en la inmensidad del espacio temporal.

Nostalgicus Legonius dijo...

No pierdas tu tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. Vive tus horas, tus minutos. Las alegrías son como flores que la lluvia mancha y el viento deshoja.
Tal vez a veces miremos el mismo paisaje, y sientas esa nostalgia inexplicable...Pues de esa misma melancolía me alimento yo...!
El pasado ya no existe, el futuro tal vez vendrá. Pero hoy..., hoy es tu presente, no lo estropees mirando hacia delante y hacia atrás. Camina en el hoy porque sólo así vivirás.

Nemo dijo...

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor? Con lo que está cayendo desde luego que sí. Saludos.

IGALA dijo...

"Vivir en el recuerdo es el más perfecto modo de vida que se puede imaginar". Porque... "Recordar es la única manera de detener el tiempo".

antonia moro dijo...

todo pasa rapido,........cierto,pero te voy a dedicar,Marco Atilio, una frase,no se de quien es,pero la voy a hacer mia;Admiro a las personas que con el corazon roto y lleno de problemas,pueden levantar su mirada,sonreir y decir; ESTOY BIEN. Creo que eso es lo que intentas todos los dias,cuando estas en tu trabajo que al igual que yo compartimos.......

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