Desde hace ya muchos años estoy participando a diario de la actividad quirúrgica de un hospital y antes de hacerlo nunca llegué a imaginar que los profesionales de la medicina a cuyo alrededor gira toda esa actividad quirúrgica fueran los anestesistas, seguro que por mi desconocimiento del mundo quirúrgico en general y de la anestesiología en particular. Y sí, hoy puedo afirmar claramente que los anestesistas tienen una importancia extraordinaria en toda la actividad quirúrgica ya que sin su concurso no se podría realizar ningún tipo de intervención, a excepción de las operaciones que se efectúan con anestesia local, e incluso en estas puede ser necesario acudir a ellos cuando las cosas se tuercen, que no es lo normal, aunque a veces ocurre.
Los anestesistas son los que ordenan cuándo debe pasarse un enfermo a quirófano y cuándo se saca de él. Por razones obvias, ellos indican cuándo se debe comenzar una intervención quirúrgica y también cuándo debe suspenderse por existir riesgo para el enfermo derivado de la anestesia. Los anestesistas tienen en el quirófano una importancia vital, y nunca mejor dicho, porque la vida del enfermo está en sus manos y en su bien hacer.
Sin ningún género de dudas, los anestesistas marcan la pauta en el normal desarrollo quirúrgico y de su profesionalidad, responsabilidad y diría incluso que de su amabilidad, humanidad y simpatía dependen el bienestar tanto del enfermo como del resto de profesionales que trabajan en un quirófano.
Ellos pueden hacer (y normalmente lo hacen) que el quirófano resulte un lugar agradable para que el resto de profesionales puedan ejecutar su labor sin tensiones, con la necesaria calma que requiere trabajar en un sitio así y con actitud positiva.
Ellos sin duda, pueden hacer que el enfermo entre al quirófano confiado, mitigando sus lógicos miedos e insuflándole seguridad y esperanza. Porque en definitiva son ellos, junto a los demás médicos especialistas, los profesionales de la esperanza.
A pesar de su importancia, mucha gente cree erróneamente todavía que un anestesista es poco más o menos (con todos mis respetos) un practicante de los de antes, aquellos que iban a los domicilios de los enfermos encamados para ponerles una inyección y ni por asomo asocian al anestesista con un especialista en una de las ramas en que se divide la medicina como pueda ser cualquier otra, todavía hay gente (y diría que no poca) que desconoce este hecho. Y es que la especialidad de anestesiología está lamentablemente muy poco valorada (por su desconocimiento) por la sociedad en general.
Incluso recientemente, con ocasión de la rueda de prensa para explicar la intervención quirúrgica a la que sería sometido el rey Juan Carlos, la presencia del anestesista encargado de aplicar la anestesia correspondiente al monarca brilló por su ausencia. Si no recuerdo mal la citada rueda de prensa la componían el jefe de la Casa de Su Majestad el Rey, Rafael Spottorno y los doctores Miguel Cabanela, Ángel Villamor y Miguel Fernández Tapia, ninguno de ellos anestesista. Que no hubiera ningún profesional de la anestesia en la citada rueda de prensa me pareció un error y una falta de respeto hacia estos profesionales de la medicina. Al fin y al cabo, sin la colaboración del anestesista, la operación del rey nunca se podría haber llevado a cabo. Definitivamente la especialidad de anestesiología es el patito feo de la medicina y la gran desconocida para la gran mayoría de la gente y acciones como las de la citada rueda de prensa la verdad es que no ayudan a acercarla y conocerla como se merece.
Desde la experiencia de conocer durante tantos años este campo de la medicina y a los profesionales que la ponen en práctica día por día, no quisiera terminar este post sin confesar que para mí la anestesia y todo lo que rodea a la anestesia es emocionante, subyugante y misterioso y muy probablemente, de haber podido estudiar medicina, seguro hubiera sido la rama que habría elegido como especialidad. Sí, muy probablemente.
Marco Atilio
8 comentarios:
Muy buen artículo. Para mí el anestesista es muy importantes, tiene un papel único en mitigar la ansiedad, el miedo, la desinformación del paciente, de crear un ambiente de seguridad, ya no sólo eliminar el dolor del paciente, sino también favorecer el buen clima del equipo en el transcurso de la intervención. Compañeros de mi quehacer diario a los que admiro y respeto.
Gracias Nuria por tu comentario. Pues sí, los anestesistas son importantísimos en un quirófano. Yo los considero un poco brujos practicando su ciencia y sus conocimientos en el manejo de las distintas drogas que llevan a los enfermos a un estado cercano a la muerte y luego, como si fueran dioses, los resucitan. Por eso es por lo que digo que esta especialidad me subyuga, porque la encuentro rodeada de un halo de misterio que siempre me ha cautivado.
Es verdad que la anestesia es una especialidad poco conocida por la gente en general y no sé por qué pues sin ella no se podría realizar ningún tipo de operación. Los avances en este campo de la medicina ha permitido que se puedan realizar operaciones largas y complejas y así poder salvar miles de vidas a lo largo de la historia. Sin la anestsia que conocemos hoy la esperanza de vida sería mucho más corta. Si reflexionamos sobre ello nos daremos cuenta de la importancia que la anestesiología tiene en el cuidado de la salud actualmente.
Mi abuela cree que un anestesista es un enfermero y para nada asocia su figura con la de un profesional de la medicina. Tendré que explicárselo. Bonito homenaje a los anestesistas de tu hospital y a la anestesiología en general.
La verdad es que tiene un merito increible,tienen una responsavilidad abrumadora ,tienen la vida del paciente entre sus manos son admirables y no estan tan reconocidos como devieran.
Una ciencia que merece todo mi reconocimiento. Resulta tranquilizador el hecho de que cuando te someten a una operacion y tienen que dormirte hay un profesional de la anestesia que vela por nosotros y que seguro te tornará a la vida consciente. Me han operado dos veces y no tuve ningún problema. Para mi también es una ciencia un poco misteriosa. Que a una persona la abran en canal en una operación de cuatro o cinco horas y no palmarla ya es de por sí misterioso. Pues mucha culpa de ese misterio según mi opinión la tiene la anestesia. Muy bueno el artículo, un bonito homenaje a unos profesionales que pasan con frecuencia demasiado desapercibidos siendo el eje sobre el que gira la rueda de la cirugía. Saludos.
Todo el mundo que se somete a una operación le teme a la anestesia. Sefguramente por desconocimiento de lo que es esta ciencia. De cualquier manera da un poco de respeto por mas que haya profesionales que cuiden del enfermo. Siempre hay que tenerle un poco de respeto. Al menos en mi opinión. Me ha gustado tu articulo.
En todos los logros médicos el anestesista ni aparece. Pero es que ni siquiera lo mencionan. Mucha de su impopularidad, o mejor, de su desconocimiento, la tienen la ciencia médica y sus profesionales. Gracias Marco por acercarnos más esta sección de la medicina.
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