Que
los políticos se agarran como lapas al poder lo demuestra la reforma exprés del
delito de sedición, y probablemente el de malversación, que el gobierno de coalición
pretende acometer para contentar a los partidos independentistas que lo
sostienen con el fin de que le apoyen los Presupuestos y de este modo poder
agotar la legislatura.
La verdad es que nuestros políticos carecen totalmente de escrúpulos y la razón última que persiguen es la de mantenerse en el poder a toda costa.
Edulcorar las penas por los delitos de sedición y malversación es un grave error. No es más que, primero, beneficiar a los que quieren romper con la Constitución y con el orden establecido ya que les saldrá más barato convocar referéndums ilegales y proclamar la independencia de una parte del territorio nacional. Y segundo, beneficiar también a los que han sido juzgados, o serán juzgados en el futuro, por corrupción. Dos delitos gravísimos y que aborrezco profundamente. No soporto el independentismo ni a los independentistas, de la misma forma que odio la corrupción y a los corruptos.
En fin, esto pasa por escoger malos compañeros de viaje y permitir que te chantajeen con el único fin de perpetuarte en el poder a cualquier precio. ¡Puaj!
No hay comentarios:
Publicar un comentario