El
PP y VOX han convertido la amnistía en su principal caballo de batalla contra
el Gobierno, como si no hubiera más problemas en España por los que alzar la
voz. En fin, a pesar de todo, a la inmensa mayoría de españoles nos importa un
bledo la amnistía y todo ese ruido mediático en torno a ella que provocan las
bravatas de las derechas. Un ejemplo gráfico:
Leo en un diario digital que, según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), realizada entre el 2 y el 5 de enero, en la que, entre otras cuestiones, se preguntó: «¿Cuál es, a su juicio, el principal problema que existe actualmente en España?». Para la gran mayoría de los encuestados, desde luego no era la ley de amnistía. De hecho, solo el 0,6% ve la amnistía como el primer problema del país. A diferencia de la crisis económica, que lo ven como el principal problema el 37,3%. A este le siguen, ocupando el segundo y el tercer puesto, los problemas políticos «en general» (24,3%), y el paro (23,1%).
En cuanto a los asuntos que más afectan a las personas en particular, los encuestados sitúan la crisis económica (37%), la sanidad (17,6%) y los problemas relacionados con la calidad del empleo (14,1%) entre los tres problemas principales. Para encontrar a la ley de amnistía, como el problema que más afecta a los ciudadanos, debemos situarnos en el puesto 37 del ranking ya que solo afecta a un 0,9% de los españoles.
Y es que, seamos sinceros… e inteligentes, con el tema de la amnistía no se come.
Se come si tienes trabajo y un sueldo digno que te permita vivir dignamente; se come si tienes una pensión que te permita cubrir tus necesidades básicas; se come si sube el sueldo mínimo y las pensiones se revalorizan conforme al IPC; también se come si puedes acceder a una sanidad que te trate a tiempo y con eficacia tus problemas de salud; se come si puedes acceder a una educación pública de calidad que te permita tener las mismas oportunidades que las demás personas; y en fin, se come, si la cesta de la compra no se encarece demasiado y permite llenar la barriguilla todos los días (porque todos los días se come) a los que dependen de un sueldo o de una pensión para subsistir. Con esas cosas sí que se come, no con la amnistía y con la madre que la parió.
¡Y mira que me dan asco el Puigdemont y sus acólitos! Pero la razón me dicta que hay cosas mucho más importantes por las que luchar y alzar la voz que la amnistía para esta panda de separatistas indeseables.
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