Reforma Constitucional

La última medida de la política neoliberal del señor Zapatero ha sido proponer la reforma de la Constitución para incluir en ella un tope de déficit.

 

Destacados socialistas se han rebelado contra esta reforma, entre ellos Josep Borrell, Alfonso Guerra, José Antonio Pérez Tapias, Manuel De la Rocha, Antonio Gutiérrez (que incluso dejaría de ser diputado si la reforma sale adelante).

 

Otras voces se alzan en contra de la reforma constitucional del déficit y a favor de que haya un referéndum en donde la gente pueda expresarse libremente. Las voces críticas son las de los partidos de Izquierda Unida, Unión Progreso y Democracia (UPyD), Proyecto Equo, entre otros.

 

También son contrarios a la reforma y exigen la celebración de un referéndum las llamadas Mesas Ciudadanas de Convergencia y Acción y animan a “todas las organizaciones, sindicatos, movimientos sociales y personas amantes de la justicia y defensores del Estado de Derecho a movilizarse y a expresar su rechazo”. Según esta plataforma si prospera la reforma constitucional del déficit, “condenará a la economía española a permanecer en situación de desventaja y a no poder mejorar nunca su modelo productivo, ni su competitividad, ni sus estándares de bienestar social, además de ser un golpe de estado económico que hay que rechazar por todos los medios pacíficos y democráticos”.

 

El movimiento 15M también está en contra de esta reforma y a favor de un referéndum así como algunas personalidades del mundo de la cultura como es el caso del Rector de la Universidad Complutense de Madrid, José Carrillo o del catedrático de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, Vincenç Navarro que ha promovido una iniciativa para exigir al gobierno la celebración de un referéndum para ratificar o no la reforma.

 

El catedrático ha alertado de que no se trata de una reforma "meramente técnica" para controlar el techo de gasto sino que es una medida "profundamente política" encaminada a "diluir el estado de bienestar" por lo que considera "importante" explicárselo a la ciudadanía ya que repercutirá en la calidad de los servicios públicos de España.

 

También explica Vincenç Navarro que: “Esta reforma puede significar un ataque frontal al Estado del Bienestar español que tiene uno de los gastos públicos sociales por habitante más bajos de la Unión Europea. Aunque se habla genéricamente de gasto público, la realidad es que este gasto constituye la mayoría del gasto público y los recortes que se han hecho han sido predominantemente en las pensiones y en el empleo de los servicios del Estado del Bienestar, tales como sanidad, educación, servicios domiciliarios, servicios sociales, vivienda social, pensiones de vejez y otras, así como otros componentes del Estado del Bienestar”.

 

En fin, yo no soy ningún erudito en economía ni en políticas económicas, pero cuando veo todas las críticas (de gente que sí entiende del tema) que está teniendo la propuesta de Zapatero de reformar la Constitución (incluso desde dentro de su propio Partido) para introducir en ella un tope de gasto, me da a mí en la nariz que la medida no será nada buena, sobre todo para las clases más desfavorecidas, (mileuristas, pensionistas…, parados, etc.) y si no, tiempo al tiempo si la reforma llegara a prosperar.

 

Marco Atilio