Aquí os dejo un poema atribuido a don Camilo José Cela titulado “La donación de mis órganos”. Un poema, como podéis observar, bastante escatológico e incluso algo borde. No sé si en realidad fue Cela quien lo escribió (personalmente creo que no) aunque se acerque al trato tan peculiar que don Camilo daba al lenguaje. Sea como fuere aquí tenéis el poema en cuestión pues creo que tiene su gracia. ¿Qué os parece a vosotros?
LA DONACIÓN DE MIS ÓRGANOS
Quiero el día que yo muera
poder donar mis riñones,
mis ojos y mis pulmones.
Que se los den a cualquiera.
poder donar mis riñones,
mis ojos y mis pulmones.
Que se los den a cualquiera.
Si hay un paciente que espera
por lo que yo ofrezco aquí
espero que lo hagan así
para salvar una vida.
Si no puedo respirar,
que otro respire por mí.
Donaré mí corazón
para algún pecho cansado
que quiera ser restaurado
y entrar de nuevo en acción.
Hago firme donación
y que se cumpla confío
antes de sentirlo frío,
roto, podrido y maltrecho
que lata desde otro pecho
si ya no late en el mío.
La pinga yo donaré,
que se la den a un caído
y levante poseído
el vigor que disfruté.
Pero pido que después
se la pongan a un jinete,
de los que les gusta el brete.
Sería eso una gran cosa,
yo descansando en la fosa
y mi pinga dando fuerte.
Entre otras donaciones
me niego a donar la boca.
Pues hay algo que me choca
por poderosas razones.
Sé de quién en ocasiones
habla mucha bobería;
chupa lo que no debía
y prefiero que se pierda
antes que algún comemierda
mame con la boca mía.
El culo no donaré,
pues siempre existe un confuso
que pueda darle mal uso
al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano chulo
en dicha trasplantación
se lo ponga a un maricón
y muerto me den por culo.
por lo que yo ofrezco aquí
espero que lo hagan así
para salvar una vida.
Si no puedo respirar,
que otro respire por mí.
Donaré mí corazón
para algún pecho cansado
que quiera ser restaurado
y entrar de nuevo en acción.
Hago firme donación
y que se cumpla confío
antes de sentirlo frío,
roto, podrido y maltrecho
que lata desde otro pecho
si ya no late en el mío.
La pinga yo donaré,
que se la den a un caído
y levante poseído
el vigor que disfruté.
Pero pido que después
se la pongan a un jinete,
de los que les gusta el brete.
Sería eso una gran cosa,
yo descansando en la fosa
y mi pinga dando fuerte.
Entre otras donaciones
me niego a donar la boca.
Pues hay algo que me choca
por poderosas razones.
Sé de quién en ocasiones
habla mucha bobería;
chupa lo que no debía
y prefiero que se pierda
antes que algún comemierda
mame con la boca mía.
El culo no donaré,
pues siempre existe un confuso
que pueda darle mal uso
al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano chulo
en dicha trasplantación
se lo ponga a un maricón
y muerto me den por culo.
Atribuído a Camilo José Cela
6 comentarios:
Pues yo - tampoco.
O quisa sí, lo pensaré, al donar mi culo al otro que lo disfrute como yo lo habra hecho.
Y si lo puede disfrutar más - que no se corte!
Yo por mi parte cuidaré mi culo como oro en paño.
Jajaja muy solidario Rauf
No hay duda de que el poema es de don Camilo, no hay ninguna duda.
Jajajajaja. No sabia de este poema jajajaja. muy bueno, si, muy bueno. Jajajaja.
y por qué no voy a donar mi culo? Claro que lo donaré, que lo disfruten otros ya que yo no he podido o no he querido hacer buen uso de él.
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