Marco Atilio
ÉL A SU FUTURA ESPOSA
¡Qué feliz soy amor mío!,
pronto estaremos casados.
El desayuno en la cama,
un buen jugo y pan
tostado;
con huevos bien
revueltitos,
todo listo, bien
temprano.
Saldré yo hacia la
oficina
y tú rápido al mercado,
pues en sólo media hora
debes llegar al trabajo;
y seguro dejarás
todo ya bien arreglado
pues bien sabes que en la
noche
me gusta cenar temprano.
Eso sí, nunca te olvides
que yo vuelvo muy
cansado.
Por la noche teleseries,
Cinemateca barato.
No iremos nunca de
shopping,
ni de restaurantes caros,
ni de gastar los dineros,
ni despilfarrar los
cuartos.
Tú guisarás para mí
sólo comida casera,
yo no soy como a la gente
que le gusta comer fuera…
¿No te parece querida
que serán días gloriosos?
Y no olvides que muy pronto,
yo seré tu amante esposo.
ELLA LE RESPONDE
¡Qué sincero eres mi
amor!
¡Qué oportunas tus
palabras!
Tú esperas tanto de mí
que me siento intimidada.
No sé hacer huevos
revueltos
como tu mamá adorada.
Se me quema el pan
tostado,
de cocina no sé nada.
A mí me gusta dormir
casi toda la mañana.
Ir de shopping, hacer
compras
con la Mastercard dorada;
tomar té o el cafecito
en alguna linda plaza;
comprar todo de diseño
y la ropita muy cara.
Conciertos de Luismi y
Juanga,
cenas en La Guacamaya,
viajes a Punta Cana
a pasar la temporada.
Piénsalo bien, aún hay
tiempo,
la iglesia no está
pagada.
Yo devuelvo mi vestido
y tú tu traje de gala.
Y el domingo en el
diario,
con letra bien destacada:
“HOMBRE JOVEN Y BUEN MOZO
BUSCA UNA ESCLAVA MUY LERDA
PORQUE SU EXFUTURA ESPOSA,
AYER LO
MANDÓ A LA MIERDA”
4 comentarios:
¡Muy bueno!
Así lo creo yo también Isabel. Por cierto, bienvenida de nuevo por mi blog después de un tiempo de no pasarte por él. Espero que todo te vaya bien Isabel. Lo dicho bienvenida.
Muy merecida respuesta por machista y comodón. Los tiempos de la esclavitud ya acabaron. Vaya un tío baboso.
Totalmente de acuerdo.
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